El expresidente asegura que el país está listo para un nuevo capítulo con Harris al mando, mientras Michelle Obama electriza a la audiencia con un mensaje de esperanza y unidad.
En una noche cargada de energía y esperanza, el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, se dirigió a la nación desde la Convención Nacional Demócrata en Chicago, donde dibujó un futuro con Kamala Harris al frente del país. Obama, con su característica elocuencia, aseguró que Estados Unidos está listo para un nuevo capítulo, dejando atrás los años de caos y fanfarronería.
“No necesitamos cuatro años más de fanfarronería y caos. Hemos visto ya esa película y sabemos que las secuelas son normalmente peores”, afirmó Obama, refiriéndose al mandato de Donald Trump, aunque sin mencionarlo directamente. En medio de vítores y aplausos, el expresidente declaró: “Estados Unidos está listo para una historia mejor. Estamos listos para una presidenta Kamala Harris”.
El mensaje de Obama no solo fue una muestra de apoyo a Harris, sino también un llamado a la unidad en tiempos de polarización. Insistió en que, a pesar de las divisiones actuales, los estadounidenses comparten un deseo común: “La gran mayoría de nosotros no queremos vivir en un país amargado y dividido”. En su discurso, Obama pintó a Harris como la líder que puede unir a la nación y gobernar en beneficio de todos, no solo de sus votantes: “Como presidenta, no va a atender solo a sus votantes (…) trabajará en nombre de cada estadounidense”.
La intervención de Obama fue el punto culminante del segundo día de la convención, que ya había sido sacudida por las palabras de Michelle Obama. La exprimera dama, siempre carismática y directa, ofreció un discurso que electrizó al United Center y a la nación entera. Sin nombrarlo, lanzó fuertes críticas a Donald Trump, acusándolo de volver a las mismas «feas, misóginas y racistas mentiras» que marcaron su mandato. “Se sintió amenazado por la presencia de una familia afroamericana en la Casa Blanca”, aseveró Michelle, mientras la audiencia respondía con estruendosos aplausos.
Michelle Obama también trazó un poderoso paralelismo entre su propia historia y la de Kamala Harris, resaltando el legado de esperanza que su esposo, Barack Obama, llevó a la Casa Blanca en 2008, un legado que, según ella, Harris está destinada a continuar. «¡Estados Unidos, la esperanza está haciendo un regreso!», exclamó la exprimera dama, despertando una ovación que sacudió el estadio.
La Convención Nacional Demócrata, que se extenderá hasta el jueves, marca el cierre de filas en torno a la candidatura de Kamala Harris, quien recibió el espaldarazo definitivo de las figuras más influyentes del partido, justo después de la polémica retirada del presidente Joe Biden. El evento ha reafirmado el mensaje central de los demócratas: la necesidad de un cambio radical en la dirección del país, un cambio que, según ellos, solo Kamala Harris puede ofrecer.
El jueves, Harris aceptará formalmente la nominación demócrata, un momento histórico que, de lograr la victoria en noviembre, la convertiría en la primera mujer afroamericana y la primera persona de origen indio en ocupar la Oficina Oval. Con figuras como Barack y Michelle Obama apoyándola fervientemente, Harris parece estar en camino de hacer historia.