El gobernador de Minnesota, conocido por su enfoque pragmático y defensa de los derechos sociales, se une a Kamala Harris en la carrera hacia la Casa Blanca, prometiendo luchar por un futuro más justo para todos.
En una noche que marcará un antes y un después en la campaña demócrata, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, subió al escenario de la Convención Nacional Demócrata en Chicago para aceptar oficialmente la nominación a la vicepresidencia de los Estados Unidos junto a Kamala Harris. Con una energía que electrificó al público, Walz no tardó en dejar clara su misión: luchar por un país más justo, inclusivo y solidario.
«Es el honor de mi vida aceptar su nominación para vicepresidente de los Estados Unidos», declaró Walz, arrancando ovaciones de una multitud entusiasta que no dejó de corear su nombre. Desde el primer momento, el gobernador dejó claro que su compromiso con la campaña va más allá de lo político; es personal. Agradeció a Kamala Harris por confiar en él e invitarlo a unirse a la campaña, y no escatimó en elogios para el presidente Joe Biden, destacando sus «cuatro años de liderazgo fuerte e histórico», lo que provocó espontáneos cánticos de «gracias, Joe» entre el público.
Walz, conocido por su enfoque pragmático y su cercanía con la gente, se describió a sí mismo como «una persona real que puede conseguir una diferencia real». No es solo un político, es un hombre que ha vivido las realidades cotidianas de la mayoría de los estadounidenses, un exmaestro y entrenador de fútbol americano que ahora lleva su espíritu de lucha al escenario político nacional.
Defendiendo con pasión la Seguridad Social, los derechos reproductivos y las ayudas públicas a la educación, Walz subrayó que «la sanidad y la vivienda son derechos humanos». Con una metáfora deportiva que resuena con su experiencia como entrenador, dijo: «Es el último tiempo y estamos un gol por debajo, pero estamos atacando y tenemos la pelota». Esta imagen poderosa encapsuló el espíritu de la campaña: no se trata solo de resistir, sino de avanzar con determinación.
Conocido ya como ‘Entrenador Walz’ entre sus correligionarios, el gobernador dejó claro que la campaña será una batalla en la que cada centímetro cuenta. «Kamala Harris está preparada. Nuestro trabajo ahora, para todos los que nos ven, es meterse en las trincheras y hacer el bloqueo y la defensa pulgada por pulgada, con cada yarda, con cada llamada, con cada puerta tocada, cada donación de cinco dólares», animó Walz, llamando a la acción a sus seguidores.
Además, el candidato no rehuyó uno de los temas más candentes de la actualidad: las regulaciones sobre armas. Defendió la necesidad de un mayor control, recordando que él mismo es cazador, y destacó que es «mucho mejor» que muchos de los congresistas republicanos con los que ha trabajado durante más de una década como legislador en Washington.