Tras el rechazo de su recusación por «extemporánea», el excandidato presidencial redobla su compromiso con la lucha por la transparencia electoral en Venezuela.
Enrique Márquez, excandidato presidencial de Venezuela, está decidido a no dejar que un portazo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) cierre el capítulo sobre las elecciones del 28 de julio. Este domingo, 25 de agosto, Márquez dejó claro que su lucha por la verdad y la claridad electoral no ha terminado, a pesar de que el TSJ rechazó su recusación contra la presidenta de la Sala Electoral, Caryslia Rodríguez Rodríguez, por considerarla «extemporánea».
En un mensaje en sus redes sociales, Márquez no solo expresó su frustración ante la decisión judicial, sino que reafirmó su compromiso de agotar todas las vías constitucionales. «Los venezolanos necesitan certezas sobre lo ocurrido, y esas certezas llegarán, aunque el TSJ me cierre la puerta en la cara», afirmó, dejando claro que no se dejará amedrentar por los obstáculos legales.
El TSJ, en su sentencia AVP-001 del expediente 2024-000034, se pronunció: la recusación de Márquez, presentada el 20 de agosto, fue inadmisible por haber sido presentada fuera de los plazos legales. Fanny Beatriz Márquez Cordero, ponente de la sentencia, no dejó lugar a dudas sobre la postura del tribunal.
Una recusación es más que un simple trámite: es un acto de desafío en el que se cuestiona la imparcialidad de quienes deberían ser los guardianes de la justicia. Enrique Márquez lo sabe bien, y por eso llevó su solicitud al TSJ, alegando que los vínculos políticos de Caryslia Rodríguez Rodríguez comprometen su capacidad de juzgar de manera justa los eventos del 28 de julio. «No ha demostrado idoneidad», señaló Márquez, al explicar su solicitud.