Alcaraz, de 22 años, retiene el título en Roland Garros y alcanza los cinco Grand Slam en cinco finales disputadas.
Tras protagonizar la final más larga de la historia de Roland Garros (5 horas y 29 minutos), el español Carlos Alcaraz retuvo el título en Roland Garros ante Jannik Sinner 4-6, 6-7 (4/7), 6-4, 7-6 (7/3) y 7-6 (10/2).
Dos semanas después del inmenso homenaje a Rafael Nadal que finalizó con el descubrimiento en la tierra batida de una placa que recuerda sus 14 coronas en París, Alcaraz y Sinner le rindieron honores con una de las mejores finales de la historia.
«Es increíble el nivel que tienes, las dos semanas que has hecho, sé lo duro que trabajas y es un privilegio jugar contra ti. Eres una enorme inspiración para los jóvenes y para mí», dijo Alcaraz a Sinner tras escuchar el himno español.
«Es más fácil jugar que hablar ahora mismo», dijo un devastado Sinner. «Intentamos dar lo mejor hoy, dimos todo lo que teníamos. No dormiré demasiado bien hoy, pero está bien».
Alcaraz, de 22 años, retiene el título en Roland Garros y alcanza los cinco Grand Slam en cinco finales disputadas, mientras que Sinner, de 23, pierde la primera tras haber ganado sus tres anteriores (Australia 2024 y 2025 y el US Open 2024).
Por su parte la tenista estadounidense Coco Gauff, a sus 21 años, se convirtió en la primera de su país en inscribir su nombre en el palmarés de Roland Garros desde Serena Williams, en 2015.
Sabalenka, campeona del Open de Australia, en 2023 y 2024, y también la última del Abierto de los Estados Unidos, en 2024, se le está poniendo cara de perdedora en las grandes finales. En enero ya había hincado la rodilla con Madison Keys en la Rod Laver Arena de Melbourne.
Coco derrotó en la final a Aryna, por 6-7(5), 6-2 y 6-4, en 2 horas y 38 minutos. Hubo suspenso en el desenlace porque la finalista, con 40-30 en el último juego, pegó una derecha en la línea cuando muchos la vieron fuera.
De esta forma, la campeona recorta la renta con la número uno mundial en el ranking hasta los 3.470 puntos. La nueva reina de París se sacaba la espina de la final perdida en 2022 con la polaca Iga Swiatek. Cabe recordar que en 2023 se coronó en casa, en la Arthur Ashe de Nueva York, ejerciendo de verdugo de la misma rival.
La final estaba en el saque de la bielorrusa. Si tenía un buen porcentaje de primeros no iba a haber partido. Lo más fuerte de Coco no es precisamente la puesta en escena de la bola. Al tercer juego, la ganadora ya sumaba una rotura.
La grada iba a favor de la americana, la más débil de las dos protagonistas. A los 14 minutos, el tanteo era de 3-1. A los 19, el marcador era de 4-1.
Era tan fácil el desarrollo de la final que se la complicó ella sola. Un error detrás de otro y sin un patrón provocó que la estadounidense se situara con un 4-4. La presión de ser demasiado favorita la estaba maniatando.
Con información de DW y marca.com