La vicefiscal designada por el TSJ, Katherine Harrington, ya había dejado de trabajar en el Ministerio Público (MP) en el año 2016, por considerar que estaba desempeñando su trabajo «con un evidente activismo político», lo que a su juicio, «compromete flagrantemente la debida objetividad que debe presentar un Fiscal del Ministerio Público».
En una carta que se filtró, con fecha de 29 de septiembre de 2016, se puede ver como Harrington se dirige a la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, para pedirle la aprobación de su jubilación, beneficio que podía disfrutar a partir del 23 de enero del año 2015.
Además explica que a partir del 27 de septiembre de dicho año, sus funciones como Viceministra del Sistema Integrado de Investigación Penal del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, cargo que venía desempeñando desde el 07 de abril de 2015, ya habían cesado.
En la misma carta, la ahora vicefiscal juramentada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), resalta que sus labores en la administración pública comenzaron el 17 de enero de 1994.