La psicóloga social y analista político, Colette Capriles, profesora de la Universidad Simón Bolívar (USB) estableció un análisis para El Nuevo País y Zeta sobre los posibles escenarios que podrían acarrear la alianza que han iniciado dirigentes opositores y representantes del chavismo crítico, en defensa de la Constitución.
Para Capriles, el encuentro del pasado domingo que tuvo lugar en la Universidad Católica Andrés Bello, donde se reunieron discursos de la Fiscal General Luisa Ortega Díaz, Miguel Rodríguez Torres, Henrique Capriles y Julio Borges anuncia “simbólicamente” lo que puede ser una Venezuela en el futuro, “en la que hayan distintas corrientes ideológicas, con diferencias entre quienes aprecian la democracia”.
La analista político insiste en que este encuentro debe ser reconocido, precisamente por el interés estratégico que representa en pro de unir esfuerzos “para resistir el embate autoritario”, sin que ningún sector deba renunciar a sus principios ideológicos y “que con ello se pueda crear un futuro de coalición o frente de lucha contra la dictadura”.
-¿Esta alianza pudiese trascender en el ámbito político-electoral?, ¿pudiesen llegar a acuerdos de gobernabilidad?
-CC: Este chavismo originario no estaba entre sí mismo, articulado. Eran varios grupos. Nicmer Evans hace pocos días anunció que las organizaciones ya han llegado a un tipo de acuerdo para formar un frente de chavismo democrático. Creo que eso es una noticia muy buena, porque sin esa articulación tampoco es posible establecer acuerdos, de corto, mediano o largo plazo, con este grupo que llamamos chavismo originario. La oposición, por su lado, también está tratando de rediseñar su nueva estrategia frente al escenario político que ha traído la Constituyente, pues también pensará en como fortalecer esa alianza y como definirla. ¿Significan coaliciones que puedan competir en las elecciones?, ¿en las locales, las regionales o las presidenciales? Eso va a tener que estar sometido a discusión, pero paralelamente, la vía electoral es uno de los tableros en todo esto. Hay otros tableros de lucha que van a seguir activos, pero me parece un gesto muy importante. Me parecieron que los discursos del lado del chavismo originario eran bien coherentes. Me parecieron claros, que cada quien conserva su silueta ideológica y eso no esta en cuestión, se trata de discutir estrategias y tácticas.
¿Estas diferencias ideológicas no pueden convertirse más bien en un inconveniente de cara al futuro?
-CC: No creo, aunque es probable, porque la oposición ha venido trabajando en distintos programas de gobierno, en distintas alternativas para salir de la crisis. Hay un proyecto o varios, pero hay un proyecto global, de unidad nacional e indudablemente habrá que negociar políticas, negociar posturas, es lo normal en una democracia . No creo que sea el momento de poner obstáculos. Lo que quizás hay que ver, es que estamos hablando de un país que todavía no existe, en el que se discutan las políticas y los principios. El país de ahora, es muy inmediatista y probablemente en ocasión de las elecciones que pueda haber, en atención a esas elecciones también se estén planeando alianzas parciales, en ciertas zonas, a lo mejor esas discusiones serán primero que las otras. Allí, veremos si las diferencias son tan grandes o si pueden ser manejadas para acuerdos puntuales.
¿Esta alianza logra tambalear las bases del madurismo?
-CC: Creo que quienes se identifican como maduristas aun no pueden articularse con este grupo de chavistas originarios. Todavía no tienen una silueta muy clara, habrá que ver en el futuro, creo que se están organizando y depende de eso. Todo el que ha sido chavista y apoyó este proyecto y que ahora está decepcionado del madurismo, tampoco está tan dispuesto a dar una carta blanca solo por ser chavista, hay que convencerlo, darles opciones claras a ese chavista decepcionado.
-¿Sobre las sanciones económicas a funcionarios puntuales del régimen venezolano, cómo cree que afectan en el ámbito político nacional?
-CC: Estas sanciones cuando son tan puntuales con las personas, hacen que estas personas se radicalicen, se compacten, se les podría estar dando un elemento de fortaleza a los sancionados, mientras que por otra parte, a la larga siempre hay efectos y evidentemente las sanciones han sido bien pensadas. El efecto inmediato aunque parece ser muy poco importante, cuando se examina el discurso de Maduro, el que tenía un solo sentido, que era pedir el reconocimiento de EEUU de una dictadura, se detalla que las sanciones o el aislamiento son posibilidades preocupan al gobierno y sobre todo el hecho de encontrarse a la cabeza de un poder ilegitimo. Las sanciones de alguna manera establecen unos limites, virtuales o como sea, frente a un poder que no los tiene.
-¿Estas sanciones contribuyen al cambio político que se busca en Venezuela?
-CC: No sé si contribuyen al cambio, pero si ponen un límite, creo que ponen un límite importante. No se puede extender a evaluaciones de sanciones de otro tipo, a un embargo petrolero, ya eso es otro nivel. Pero las actuales ponen algunos limites y preocupan al gobierno. No las veo como algo contraproducente en este momento.