Candidatura de Yon Goicoechea la propuso Carlos Melo hace un mes

 

Yon Goicoechea, aquel dirigente estudiantil que saltó a la palestra pública luego de participar en un debate con estudiantes oficialistas en la Asamblea Nacional, conserva el rostro pero con muchas más canas.

Yon estuvo preso un año y dos meses en el Helicoide sin que hubiese acusación fiscal y además, con una orden de excarcelación por parte de un tribunal que el Sebin nunca cumplió.

Desde que llegó de España se rebatía entre ser candidato en Libertador o de El Hatillo. Hoy, en libertad, la vida o la política, o ambas, lo llevaron a ser  candidato para El Hatillo por el partido Avanzada Progresista (AP) aunque era militante de Voluntad Popular (VP). Algo que ha levantado todo tipo de conjeturas sobre su libertad.

Yon aún no ha podido ver a sus hijos, solo por Skype. Lo cuenta con los ojos llorosos. Durante esta entrevista, realizada el día de su cumpleaños, confiesa los sentimiento de culpa “asfixiante” por no poder verlos crecer por lo que cuenta los días para poderlos abrazar. Abrazar en Venezuela ya que tiene prohibición de salida del país y presentación cada 8 días en tribunales puesto que su caso continúa abierto.

-¿Cómo fue ese año y dos meses en la cárcel?

YG: Fue muy duro. Un año en el que sentí muchas veces que no tenía salida porque no tenía proceso judicial lineal, justo. Sabía que estaría allí el tiempo que ellos quisieran. Un año en el que extrañé mucho a mis hijos y en el que sentí mucha culpa con ellos, con mi familia por no estar allí y exponerlos a esa situación. Condiciones físicas muy difíciles. Pase largos meses en una celda sin ventanas y sin la posibilidad de ver la luz del sol. Pase meses durmiendo en el suelo de un área administrativa, compartiendo baño con 400 personas. Me fueron cambiando de celda y cada cambio también era difícil porque uno logra adaptarse a uno y después te llevan a otro con una serie de retos y no termina el periplo.

Fue un año de mucha impotencia porque vi mucha injusticia en el país, sin poder hacer nada. Uno en la cárcel sufre ese proceso político de la calle.

-¿Cómo se enteraba de lo que ocurría?

YG: Me traían periódicos, tenía un radio que, aunque no sintonizaba mucho, había un lugar donde agarraba señal. Por cartas. Yo habré escrito como dos mil cartas este año, por compañeros y por los propios funcionarios que comentan. Uno lo vive con impotencia al no poder estar. Ver que están reprimiendo, matando, abusando de todas las maneras posibles y bueno, a uno le gustaría poder defender a la gente.

-¿Cómo se daban esos procesos de cambio de celda? ¿A qué obedecían?

YG: Se deben a temas administrativos o porque te quieren sancionar. Hace un mes y medio sacamos una carta pidiendo a los venezolanos que votaran en las regionales. Esa carta acarreo una sanción. Nos aislaron y quitaron las dos horas de sol a las emana entre otras sanciones. Cuando salí de la cárcel, tenía un mes sin ver la luz del sol por llamar a votar.

La sensación que tiene uno es que, cuando uno esta preso, no es dueño de nada. Ni del aire que respiras ni del espacio en el que vives.

-¿Sintió que iba a salir en algún momento?

YG: No. La verdad es que no porque en dos oportunidades  estuvimos muy cerca con un compromiso de salida. La primera en diciembre con el diálogo. La segunda en mayo, por iniciativa del gobierno de España me iban a sacar para irme a Madrid. Esa vez, hasta compramos pasajes, mi esposa me fue a buscar acompañada de funcionarios de la embajada y eso no se dio.

-¿Estaba dispuesto a irse?

YG: Sí, lo estaba. Mi respuesta siempre fue la misma. Si mi única opción para salir de la cárcel era irme, yo la iba a aceptar porque en la cárcel estaba anulado. Ahora, siempre que hubiese un resquicio para quedarme y luchar, esa seria mi primera opción.

-Esa última oportunidad, ¿por qué se cayo?

YG: Hoy tengo conocimiento del por qué se cayo y eso me permitió tocar las teclas correctas para salir

-¿Cuáles fueron esas teclas?

YG: No las puedo decir porque si lo dijera, impediría que otras personas puedan hacerlo. Yo identifique a mis captores y cuál era el sector que se oponía a mi salida. Y gracias a la presión internacional pudimos llegar hasta ese sector.

-¿Quién era su carcelero?

YG: No lo puedo responder porque si yo me pongo a acusar con nombre y apellido, posibles negociaciones para la libertad de presos políticos no se van a dar.

-¿Lo llegaron a agredir física o psicológicamente?

YG: El sistema me agredió porque yo no tengo un proceso judicial, tenía una orden de libertad y pase un año y dos meses preso, porque estuve en un lugar que no está pensado para ser una cárcel. El sistema me agredió y mucho. Sobre todo, porque estuve preso siendo inocente. Me siento vulnerado, me violaron mis derechos. Ahora, no me torturaron ni me maltrataron verbalmente. En mi caso, y hablo por mi porque hay otros casos distintos, no fui maltratado.

-¿Por qué decide postularse contraviniendo el lineamiento de su partido?

YG: Mi proyecto municipal viene desde que llegue a Venezuela. Venía a trabajar para estas elecciones y me apresaron.  Lo normal es que El Hatillo tuviese un candidato llamado

David Smolansky, quien hizo una excelente gestión con pocos recursos pero hoy esta en el exilio luego de llevarlo a un paredón político.

El Hatillo se quedo sin David por una injusticia pero sigue siendo un bastión de la oposición que no podemos dejar perder. Tenemos que recordar los errores del pasado y aprender de ellos. La situación de la oposición no es fácil en este momento y para superarlo tenemos que partir del diagnóstico adecuado.

Si seguimos simulando que estamos en una situación de fortaleza, vamos a fracasar. Somos una oposición que está dividida, le han robado las gobernaciones, no tuvimos capacidad de reacción ante la Constituyente. Si seguimos debilitándonos, puedes tener la certidumbre que en la próxima elección presidencial, Nicolás Maduro va a ganar.

Tenemos gente pero la organización de la dirigencia opositora esta en crisis. Y es triste y es una irresponsabilidad que tengamos a la gente pidiéndonos una respuesta y nosotros, por falta de organización interna, no se la podamos dar.

Tanto aquellos que no quieren ir a las elecciones como quienes sí, estaríamos dispuestos a ceder a favor de la Unidad. Si hoy hay esta diatriba es porque no hay Unidad. Yo me he atribuído la labor política de promover la Unidad lo antes posible porque en febrero o marzo vamos a tener elecciones presidenciales.

-Según usted, ¿cómo su presencia unificaría a la opción entendiendo que también la estas dividiendo con su candidatura sobre la cual, hay elementos poco claros. Por ejemplo, ¿cómo se inscribió si ya había cerrado el periodo de postulaciones?

YG: Ya estábamos inscritos. Yo no los entrego personalmente sino el partido que inscribe. Carlos Melo cayo preso conmigo y fuimos causa jurídica. Hace un mes, Carlos me llama y me lo propone. Yo le dije que no estaba seguro por estar preso y si eso me dejaría mas preso de lo que estoy y me dijo que lo viera como una posibilidad de subirle el tono a mi caso. El proceso empezó y no puede haber ningún elemento oscuro porque yo he sido un defensor del voto y hasta me castigaron por llamar a votar estando en prisión. Incoherente es que hiciera lo contrario. Yo entiendo los argumentos de quienes no quieren ir por las condiciones pero la vida no es blanco o negro. Es verdad que perderemos muchos lugares por la trampa pero hay otros que podremos conservar. No es todo o nada y menos en la política.

Nosotros nos estamos enfrentando a una realidad. Este no es el tablero político que yo quisiera jugar pero es el que nos toca jugar. La realidad de Venezuela  es que tenemos dos opciones: renunciar a todo o tratar de salvar lo que podamos. Si renunciamos a todo hoy, se cierra el circulo de totalitarismo en Venezuela.

-Carlos Melo era su nexo con AP. Ahora bien, ¿está dispuesto a militar en esa tolda?

YG: Yo no soy de AP pero valoro y respeto que me hayan brindado la oportunidad desde la prisión. Y parte de lo que estamos viviendo es que esto debe ser un proceso unitario o, de lo contrario, de aniquilación política, de suicidio. Yo los respeto y tenemos un objetivo común que es que El Hatillo no se pierda. Ahora, no esta planteado que yo me vaya a AP ni se me ha planteado. Sencillamente es una alianza electoral como ha ocurrido en Venezuela miles de veces.

-Desde VP sostienen que, según los estatutos, quedaría fuera del partido no solo por contrariar la línea del partido sino también porque esta yendo con otra tarjeta

YG: Eso no es así. No hay un estatuto en VP que diga que yo quedo fuera del partido por hacer esto. Hay una decisión política del Encuentro Nacional de Activistas (ENA) de expulsar a quienes participen pero es una decisión política que puede ser revertida.

-¿Y usted espera que sea revertida?

YG: Yo espero que se abra una sesión y la razón por la que espero que lo hagan es que yo no estuve presente en esa reunión ni pude participar. Si lo hubiese hecho y esa hubiese sido la decisión, yo tendría que asumirla con disciplina pero esto es un asunto de principios. He defendido la vía electoral durante 13 años. Nunca me he opuesto y me cuesta mucho no ser coherente con mi comportamiento por una decisión en la que no pude participar y no por culpa del partido. Fue culpa del gobierno, yo estaba preso.

-Pero tuvo la posibilidad de comentarlo con sus compañeros de partido ya que Carlos Melo se lo propuso hace un mes

YG: Lo plantee por carta, por emisarios pero la política no funciona así. Cuando hay un órgano colegiado pues hay un cabildeo por ganar elecciones y buscas tus votos, tus aliados. Yo no tuve esa oportunidad. Respeto la decisión del ENA y entiendo que el partido no me va a apoyar pero yo quiero ser parte de VP.

-¿Ha podido hablar con David Smolansky?

YG: Sí. David esta convencido que estas elecciones municipales no tienen sentido porque cree que yendo se legitima el sistema fraudulento. Yo creo distinto. Creo que todos estamos claros de cuáles son las condiciones pero hay una realidad política y espacios que conservar. Ahora, yo pienso distinto a David en este punto pero en todo lo demás, coincidimos. Yo no voy a llevar esta decisión coyuntural a un plano personal con David ni institucional con VP. Esto se acabara en un mes gane o pierda.

-Muchos señalan que su libertad fue producto de presiones gubernamentales para que se postulara, ¿le presionaron o chantajearon?

YG: Yo he sido chantajeado con muchas cosas pero nunca con que me regalarían una alcaldía. Si hubiese sido así, habría salido hace tiempo. El gobierno no anda regalando alcaldías a los presos que saca. Eso no existe. Yo no siento que el gobierno tenga intenciones de que yo gane. Quizás lo que han querido es tapar lo de Freddy (Guevara). El gobierno quiere ganar donde somos fuertes.

Hubo miles de presiones pero no para la candidatura. Se me ha presionado un año y dos meses con mi familia, cuando fue mi esposa a la ONU, la presión fue durísima pero es loco que yo este castigado un mes por llamar a votar y ahora, pretendan decir que el gobierno me esta comprando por justamente, llamar a votar.

-¿Es una candidatura aspiracional entonces?

YG: Yo aspiro ganar estoy consciente que ganar no significa que yo seré un alcalde normal ni que tendré plata para construir infraestructura. Eso no existe pero alguien tiene que estar al frente, alguien tiene que liderar.

-Todo eso tiene un paso previo, una alcabala llamada Asamblea Nacional Constituyente (ANC), ¿estaría dispuesto a juramentarse?

YG: Dos consideraciones: la primera, hay que ser prudentes porque no podemos repetir lo que paso con los gobernadores. Si unos dicen que si y otros que no vamos a repetir el circo con las regionales en donde todos perdimos. Cualquier posición que tome hoy, me será muy difícil recogerla el día de mañana. Lo que creo es que tenemos que ir juntos a tomar una decisión política con respecto a la ANC.

Yo no decido ir o no. Decidiremos ir o no. Para mí esto es una decisión colectiva y ese será mi esfuerzo. Y habrá que establecer un mecanismo para tomar esa decisión.

-¿Cómo le avisaron que saldría?

YG: Dos horas antes. Yo no lo creí mucho por lo que ya me había pasado. A la media hora me dijo un comisario jefe que recogiera porque me iba. El proceso duró dos horas porque me hicieron un examen medico, unas fotos y firmar unas planillas donde dices que no te han maltratado. Es un proceso muy tenso porque no crees que te vas y el golpe es muy duro. Yo lo creí cuando llegué a casa de mi mamá.

-¿Cómo fue ese trayecto?

La verdad es que trate de ser muy cauto y no decir o hacer nada por lo que pudieran devolverme. Uno queda paranoico. Y lo que recuerdo es Caracas muy oscura. Para mí, Caracas es una nueva experiencia.

-Habla  de sentimientos de culpa en pasado, ¿ya no los tiene?

YG: En pasado porque a esto le queda poco. Yo no sabía si saldría en 5, 6, 7 u 8 años y a qué edad vería a mis hijos. Mi hijo mayor tiene 8 años. Yo pensaba que si pasaba 10 años preso, saldría y mi hijo sería mayor de edad. Ese es un sentimiento horrible que no le deseo a nadie. Es una incertidumbre terrible y creo que como oposición debemos hacer un esfuerzo por entender que hay muchos presos en esa situación.

Yo no quiero presos políticos mártires ni que ganen premios sino que estén en libertad.  Mas allá del discurso heroico o electoral y político, nuestra tarea es que vuelvan a su casa con sus esposas e hijos.

– ¿Hubo momentos de desesperación?

YG: Fueron muchos. No a diario pero sí muchos. Hay un momento en el día del preso en el que se apagan todas las luces. Te acuestas en la cama y abres los ojos y tienes la reja en frente y en ese momento, además de la condición país donde todo es tan incierto, uno claro que se cuestiona si saldrá alguna vez. Allí es donde te ataca la duda, el temor, la debilidad y todos los días hay un poquito de eso. Lo importante es aferrarse a la vida y en el Helicoide descubrí que también a Dios.

-¿Qué hizo al llegar? ¿Qué comió?

YG: Dos cosas me supieron a gloria al llegar. Un pollo recalentado que tenía mi mamá y la ducha con agua caliente porque después de un año bañándote con tobito de agua fría y sucia, esa ducha fue como agua bendita.

-¿Cómo fue esa primera noche en libertad?

YG: Dormí muy bien y lo más impactante fue al despertar y ver una ventana con luz solar, una montaña y lo verde con tanta vida.

-¿Ha hablado con Freddy Guevara?

YG: He hablado con él. Es una afrenta gravísima contra un funcionario es el vicepresidente del Poder Legislativo. Lo que le están haciendo tiene una relevancia histórica que no podemos minimizar. Mi solidaridad y fortaleza con él.

-¿Y con Leopoldo López?

YG: He hablado mucho. Incluso, más con él que con Freddy. Leopoldo ha dado un sacrificio increíble y sin él y Lilian, el acompañamiento internacional no sería posible.

-Habla de la necesidad de reconstruir la Unidad y su rol en esa reunificación. Muchos sectores han propuesto que se realicen primarias para escoger a un candidato presidencial, ¿estaría de acuerdo con esa propuesta?

YG: Primero quiero matizar. Soy un servidor para que esa Unidad se produzca y creo que elegir un candidato es adecuado. Si adelantan las elecciones no es una opción sino una obligación y creo que las van a adelantar.

-¿Por qué?

YG: Para madrugarnos. Son muy hábiles con el manejo del tiempo y como no tienen limites legales.

-A su juicio, ¿cómo debe ser esa reestructuración?

YG: Debe ser una ampliación. No debe ser solo una unidad de partidos sino de sectores de la sociedad que son muy importantes. Algo parecido a la coordinadora democrática pero con 15 años de experiencia.

-¿Y en cuánto a la toma de decisiones? Porque a la Unidad se le critica la capacidad de reacción ante los hechos

YG: Yo he propuesto que debemos idear una asamblea democrática venezolana donde estos sectores estén representados y tengan voz y voto. No podemos tenerle miedo a la democracia ni a la participación de los sectores de la sociedad. Esto no es una democracia normal y la situación de Venezuela no va a ser superada con una alianza electoral.

-Sobre el diálogo entre oposición y gobierno, ¿esta de acuerdo?

YG: Yo no estoy de acuerdo con este dialogo pero estoy de acuerdo con el mecanismo del dialogo. Venezuela tiene que dialogar sin duda e ir a un proceso de entendimiento. La otra alternativa es la guerra y eso es feroz. Pero este dialogo no ha dado frutos.

-El Yon antes del 29 de agosto de 2016 y el Yon del 3 de noviembre de 2017

YG: Soy el mismo pero mas viejo. Soy el mismo pero habiendo tenido muchísimo tiempo para reflexionar