Williams Dávila, diputado miembro de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional (AN), explica que se están movilizando sobre la reclamación venezolana del esequibo.
La Asamblea Nacional (AN) en uso de sus atribuciones constitucionales conformó el pasado 6 de febrero, en su sesión ordinaria, una “Comisión Mixta sobre el tema de la defensa de la soberanía venezolana sobre territorio esequibo y sobre su Fachada Atlántica”. Es una conducta que la oposición democrática siempre ha mantenido para “darle carácter de defensa permanente de la Razón de Estado” al tema de la reclamación venezolana sobre el Esequibo y de la soberanía indiscutible sobre la Fachada Atlántica.
Ya nos instalamos el jueves 8 y elaboramos un plan de trabajo que incluye entrega del Acuerdo de la AN al Secretario General de la ONU, al Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional, al Ministerio de la Defensa, al Cuerpo Diplomático acreditado en Venezuela (incluyendo la República Cooperativa de Guyana), comparecencia del Ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, igualmente del último embajador ante la ONU, realización de un gran acto de soberanía con organizaciones de la sociedad civil, la academia así como a individualidades expertas en la materia a los fines de promover un gran debate público nacional que movilice al país nacional y político sobre este asunto de trascendencia nacional.
Jorge Rodríguez quiso crear un falso positivo en el documento que unilateralmente firmó y quiere presentarlo como un “Acuerdo de convivencia y paz”; que la oposición aceptara y reconociera las estrategias y operatividad del régimen en lo que respecta a la declaración que dio el portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres de remitir el caso Venezuela/Guyana a la Comisión Penal Internacional (CPI).
Cabe recordar que las aquiescencias, silencios e intereses geopolíticos subalternos del finado Chávez salen ahora a relucir solo por entregarse a la estrategia habanera de denunciar que el “Acuerdo de Ginebra” y toda la doctrina seguida por la democracia de rechazar con fuerza los actos unilaterales de Guyana en violación del “Acuerdo de Ginebra” y la reclamación era una herencia del imperialismo y que no se oponía a ninguna exploración en la zona en reclamación.
Mucho antes del fallido diálogo de República Dominicana la oposición, siendo minoría en la AN, se hizo sentir; incluso en el 2015 varios colegas fueron a la zona en reclamación.
La AN de inmediato afirmó que las conclusiones contenidas en la Declaración de dicho portavoz, Stephane Dujarric, del 30 de enero del 2018, son absolutamente inaplicables e incoherentes dada la crisis humanitaria y nutricional que padece el pueblo venezolano. Además hay una clara falta de competencia del Secretario General de la ONU para remitir la controversia a la CPI, por lo tanto, ni la ONU ni ningún órgano de dicha institución pueden sustituir la voluntad de las partes y de paso el método de Buenos Oficios no se encuentra agotado.
Cabe aclarar que la CPI ha reiterado que para constituirse en parte en un proceso ante ella, el Estado debe expresar su consentimiento, su voluntad de manera clara e inequívoca de aceptar su jurisdicción.
Hago responsable al régimen de Maduro por la grave situación actual en la que se encuentra nuestra reclamación.
@williamsdavila