El poder adquisitivo del venezolano se ha contraído brutalmente

Por José Curiel

El poder adquisitivo del venezolano se ha contraído brutalmente, porque los salarios se rezagan cada día más con respecto a los precios.

Una de las armas más letales de la actualidad es la llamada “bomba mata gente” que acaba con la población, pero no daña las casas y edificios. En Venezuela, el gobierno la está utilizando permanentemente sin acudir a explosivos. Se trata de la hiperinflación, que destruye el poder adquisitivo de las familias. Según el CENDA, hoy se requieren 120 millones de bolívares para adquirir la cesta alimentaria mensual para tres personas. Asimismo, reporta que el salario mínimo de un trabajador descendió de 250 dólares mensuales en 1998 a apenas 1 dólar en la actualidad. El poder adquisitivo se ha contraído brutalmente porque los salarios se rezagan cada día más con respecto a los precios.

El Fondo Monetario Internacional informó a principios de año que la inflación iba a llegar en diciembre a 14.000 por ciento, o sea, que un producto comprado en enero por a un bolívar costaría en diciembre 140 Bs. ¡La mayor inflación del mundo! Pero ahora la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional nos informa que hoy en junio ha llegado a 24.000 por ciento y seguirá subiendo a un ritmo desbocado hasta llegar a cifras astronómicas.

Este drama, sin precedentes, aumentará en grado superlativo una estampida de gente hacia otros países y los que se queden estarán azotados por el hambre, las enfermedades y la muerte en grado nunca visto. EL CULPABLE ES EL RÉGIMEN DE CHÁVEZ-MADURO, que acabó con la producción nacional por incapacidad,  corrupción y diseño. Ellos saben muy bien las consecuencias, pero siguen aplicando una economía marxista que sólo produce miseria. Cada día aumenta la producción de dinero inorgánico que no tiene valor real, que es como apagar el fuego con gasolina. Ellos utilizan este sistema perverso para dominar y manipular a la población a su antojo. El que no esté con ellos está condenado a morir de hambre, mientras ellos se resguardan con los dólares del petróleo, que no llegan a la población.

Definitivamente, la única solución está en la salida del gobierno, del régimen, con una acción rápida y profunda del pueblo venezolano respaldado por los países democráticos del continente, por solidaridad y para evitar que el cáncer comunista los contamine también.