Por Juan Fernández
PDVSA recorta suministros a Petrocaribe, pero mantiene suministro completo a Cuba.
Con la mirada puesta en la reunión de la OPEP de esta semana, el precio del crudo se mantuvo en el rango de los US$75 para el marcador Brent y de los US$65 por el WTI. La propuesta de los saudís y rusos es aumentar 1 millón de bpd. La composición del aumento de producción, según los analistas, por parte de los piases productores de la OPEP, seria de aumentar su producción hasta 600 mil bpd, liderados por Arabia Saudí, y Rusia completaría hasta llegar a 1 millón. Es evidente que dentro de la agenda de la reunión, el tema de Venezuela será parte de la misma, ya que este aumento propuesto es para compensar la abrupta caída de la producción venezolana y como hemos mencionado, anticiparse al efecto de las sanciones con respecto a Irán. Por cierto, tanto Irán como Venezuela, han manifestado su desacuerdo con el aumento de producción, basándose en que no hay razones de mercado para el aumento sino de carácter político y no apoyarían la medida. En nuestra opinión, el aumento de producción de 1 millón de bpd tendrá humo blanco en la reunión del cartel petrolero. En un momento en donde la llamada “Guerra Comercial”, podría estar afectando las expectativas de crecimiento económico, agregarle un factor de desequilibrio con un mercado petrolero, no es un objetivo de los países lideres en la producción petrolera. Cabe señalar, que los EEUU se vienen convirtiendo en un importante suplidor de crudo al mercado chino, con unas exportaciones estimadas en US$1.000 millones mensuales, que podrían también verse afectadas por aranceles de importación por parte de los chinos.
En cuanto a los EEUU, el API (American Petroleum Institute) estima una disminución de 3 millones de barriles de los inventarios de crudo operativo, mayor que el anteriormente estimado por los analistas que habían previsto una baja de 1,9 millones de barriles. Sin embargo para la data del API los inventarios de gasolina aumentaron en 2,1 millones de barriles, lo cuales compensan la disminución de los inventarios de petróleo operativo, cuyo volumen total es del orden de los 430 millones de barriles. En cuanto a los taladros, para la semana del 15 de junio totalizan 1.059, de los cuales 863 son para la producción de crudo,194 para gas y 2 para otras actividades.
México.
Estando cercano el proceso electoral en México, hay incertidumbre en el sector energético, en función de la posibilidad de ganar las elecciones el populista López Obrador. Las petroleras internacionales tienen planes de inversión que superan los US$200.000 millones, para aumentar la producción, la cual viene cayendo en los últimos años hasta ubicarse en el orden los 1,9 millones de bpd. Las declaraciones de López Obrador y de miembros de su movimiento, han indicado que el petróleo volverá a los mexicanos y han amenazado de revocar las reformas llevadas a cabo por el gobierno actual. Dentro de los escenarios, López Obrador podría invalidar contratos otorgados, para lo cual requiere modificar la constitución. No obstante, el candidato matiza diciendo que su presidencia será pragmática y su prioridad será impulsar el crecimiento económico.
El caso de López Obrador, se compara y se observa muy cercano a las propuestas del llamado Socialismo del Siglo XXI, una causa general de preocupación en el continente, a lo cual se le debe agregar el proceso de negociación del acuerdo de libre comercio entre los EEUU y Canadá y la tensa relación con la administración del Presidente Trump.
Por último, nuestro deseo que los mexicanos sepan elegir bien en las elecciones al igual que ya lo hicieron los colombianos este fin de semana con la elección de Ivan Duque, a quienes aprovechamos para felicitar.
Continúan los análisis sobre el colapso de PDVSA y de la industria petrolera venezolana. Como indicamos anteriormente, en la agenda de la OPEP está presente el caso Venezolano, por su incapacidad de poder cumplir con sus compromisos de producción. Hasta se llega a mencionar su potencial salida del cartel petrolero.
A lo anterior se agrega, tal como lo explica en un extenso articulo Platts del 18 de junio, el colapso y sus efectos en el mercado global petrolero y como estos efectos obligan a cambios de fuentes de suministro a los clientes tradicionales de la industria petrolera venezolana. Los datos de la caída de la producción son evidentes como muestra el cuadro anexo que toma la data de la OPEP para los años 2015 al 2017 y el último reporte del mes de mayo según fuentes independientes.
La producción de Venezuela pasa de 2.365 millones de bpd a 1.392 y con la tendencia actual de la falta de inversión, caerá a 1 millón de bpd.
Hasta los chinos que reciben petróleo como pago de los préstamos otorgados al régimen venezolano, buscan opciones diferentes a la venezolana. Según Platts, el suministro venezolano está muy centrado en crudos asfálticos e indican las dificultades de PDVSA para ofrecer crudo Merey 16 con contenido de azufre al 2,5%. La pérdida de los clientes de la Costa del Golfo es notoria, y como siempre hemos dicho es el mercado que mejora valora el crudo venezolano. El reemplazo de oferentes beneficia al Canadá, en 2017 suplió unos 336 mil bpd pasando en 2018 a 530 mil bpd. Pero otros suplidores también se han beneficiado, como Irak y hasta la propia Colombia.
El propio análisis de Platts confirma los graves problemas de refinación del país, cuya operación solo es del 30%, de allí la necesidad de importar componentes para el mercado interno, con unos precios que solo generan perdidas, fomentan el contrabando de extracción, y no son sostenibles. La falta de crudo combinada con la problemática de suministro, también influye en el recorte a PETROCARIBE, eso con el suministro a Cuba sin afectarse, a pesar de la grave crisis interna. Por lo tanto al momento del ajuste, será otro factor más a agregar a la hiperinflación que sufre el país.
Un cuadro que nos lleva a la conclusión de cómo el colapso nos levará a unos niveles de conflictividad social con una alta probabilidad de implosionar.
@JFernandenupa