***Entre las razones que el secretario nacional regional de AD, Henry Ramos Allup menciona como detonantes del retiro del partido de la tolda blanca de la MUD se halla el incumplimiento del acuerdo que en el 2017 suscribieron los partidos políticos para formar un gobierno de unidad nacional.
Por Henry Ramos Allup
Sin muertos ni heridos, sin insultos ni ofensas, sin guerras de ninguna especie, ni sucias ni no sucias, en declaraciones ante los medios de comunicación asistentes a la sesión solemne del jueves 05 de julio en la Asamblea Nacional, anunciamos la separación de AD de la MUD por las razones detalladamente expuestas en las respuestas que dimos a las preguntas de los comunicadores allí presentes. El tema venía rodando rumorosamente en algunos medios y uno de ellos en particular informó con bastante precisión con datos de primera fuente. Imposible reproducir en el limitado espacio de este artículo la cantidad de preguntas hechas y las respuestas claras y a satisfacción de los formulantes, pero el evento íntegro, a salvo de interpretaciones, puede verse y escucharse en los canales y páginas del ciberespacio.
Ciertamente, hubo temas de interés sobre los que no hubo preguntas pero resultaba imposible abarcarlos todos y será en los próximos días cuando todas las interrogantes vayan paulatinamente despejándose. Creo que hasta ahora lo más importante, tan importante como las razones mismas que motivaron nuestra separación de la MUD o la permanencia en ella de otras organizaciones, es que nadie se hubiese atribuido la responsabilidad en los muchos éxitos y fracasos que como organización ha tenido la MUD desde su constitución hasta esta fecha. Dicho lo mismo en otras palabras: todos, los que permanecen en la MUD y quienes ya no estamos en ella, somos colectivamente responsables de sus éxitos y fracasos.
Los temas determinantes de nuestro retiro, todos de la misma importancia, fueron: La dificultad durante meses para designar el secretario ejecutivo y consiguientes complicaciones por la omisión; el no cumplimiento del acuerdo del 19 de julio de 2017 suscrito por todos los partidos políticos y anunciado ante el país, que comprendía la escogencia del candidato presidencial en primarias abiertas, la consagración de la no reelección presidencial y el gobierno de unidad nacional sin exclusiones ni sectarismos partidistas; nuestra gravísima falla comunicacional, tardía en los tiempos y precaria en la forma, en el fondo y en las vocerías y la permanencia de la dirigencia fundamental de la MUD en la capital sin desplazamiento conjunto por todo el país en un programa sólido de información a la ciudadanía muchas veces programado y nunca realizado.
Importante decir que por más que los especuladores de siempre hablen de razones no reveladas detrás de la decisión, no hay tales secretos, ni argumentos de fachada ni facturas engavetadas ni nada que se le parezca. Hay que decir también que la fruta siempre trae el gusano: es destacable que denostadores seculares de la MUD clamantes de su desaparición, que a cada momento nos increpaban por nuestra presencia en ella, ahora nos insulten con mayor encono porque los hemos complacido involuntariamente al retirarnos. Mientras estuvimos nos acusaron de los peores delitos y de estar al servicio del régimen y ahora nos acusan de lo mismo por retirarnos. Nada difícil ubicar las razones del tufo. Hay opinantes asalariados muy bien remunerados en la misma nómina que siempre atacan a los mismos y defienden a los mismos. Responden al mismo negocio y son palafrenes de los mismos intereses.
No hay que alarmarse porque la MUD atraviese problemas funcionales y operativos o porque en su seno se debatan agendas partidistas y personales contrapuestas. Eso es natural aunque cueste entenderlo. Las diferencias y discusiones -para repetirlo con un estrujado lugar común- existen hasta en el seno de las familias y tanto más en organismos en los cuales concurren personas e instituciones de naturaleza diversa. Que a pesar de ello deban ser sólidamente unitarios los objetivos, estrategias, tácticas y conductas es el deseo y el reclamo de todos y eso es lo que no hemos logrado. Quienes estamos preocupados por el tema estamos obligados a explorar vías de solución en vez de permanecer atrapados dentro del problema e inmovilizados en su inercia. Y en cuanto a que la MUD es una especie de coto hermético e impenetrable donde para empeorar la cerrazón los 4 principales partidos piensan y deciden por todos, queda desmentido por el impulso de que la propia MUD dio al Frente Amplio (ahora tan criticado como la MUD), para que se incorporaran al tema de las políticas opositoras organizaciones no partidistas, universitarias, estudiantiles, eclesiales, empresariales, laborales, comunicacionales e incluso del denominado chavismo disidente. De nuestra parte, los adecos vamos a hacer lo que siempre hemos hecho y sabemos hacer: recorrer el país palmo a palmo y estrechar las relaciones con nuestro pueblo, escuchar sus reclamos, sus críticas, sus consejos y convencerlo de que sí hay futuro. Lo demás es agua de borrajas.