Homólogos europeos del diputado Juan Requesens -secuestrado por el SEBIN la noche del 7 de agosto, tras ser acusado de participar en el supuesto atentado a Nicolás Maduro el pasado sábado 4 de agosto- manifestaron su solidaridad con el diputado venezolano y la forma en la que le han sido violados sus derechos fundamentales.
“Juan fue secuestrado, lo sacaron de su casa, lo acaban de trasladar pero no sabemos en qué condiciones está”, ha declarado su hermana Rafaela Requesens, quien también fue secuestrada junto al diputado pero fue liberada horas más tarde.
Desde España se han manifestado numerosos políticos de diferentes partidos, comenzando por la Eurodiputada Beatriz Becerra, Vicepresidenta de la subcomisión de DDHH del Parlamento Europeo, quien solicitó a la alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini y al presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, cumplir con el compromiso que merece un ganador del Premio Sarajov, como lo es la oposición venezolana. La europarlamentaria también instó a la presidenta chilena Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, que «active su mandato».
Por su parte, los diputados socialistas Mónica Silvana González y Antonio Limones, también manifestaron su rechazo a la situación del diputado venezolano.
Otro político español que se manifestó en favor de la defensa de los DDHH de Requesens, fue el diputado Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, quien exigió la liberación del parlamentario venezolano secuestrado por el régimen de Nicolás Maduro y vilmente acusado de estar implicado en el supuesto atentado contra el mandatario venezolano.
Pero no solo ha sido en España donde Requesens ha recibido apoyo, el Gobierno de Alemania también se pronunció este lunes repudiando la detención del diputado a la Asamblea Nacional, al considerar que las circunstancias que la rodean suponen una “clara vulneración de la inmunidad parlamentaria”.
También Maja Kocijancic, vocera de la Unión Europea para los Asuntos internacionales en Política de Seguridad, quien ha manifestado que espera se reconozcan los poderes constitucionales de la Asamblea Nacional, incluido el pleno respeto de sus prerrogativas con respecto a la inmunidad parlamentaria de sus miembros, de conformidad con los derechos, la legislación y los procedimientos constitucionales establecidos.
Actualmente, al diputado Juan Requesens se le imputan los delitos de «instigación pública continuada, terrorismo, financiamiento al terrorismo, asociación para delinquir, homicidio calificado por motivo fútil, homicidio calificado con alevosía, ambos en grado de frustración, posesión ilícita de armas y municiones» y permanece recluido en el Helicoide, sede de la policía política venezolana, sin haber podido recibir todavía la visita de sus familiares.
¿Cuántas torturas más tienen que ocurrir en Venezuela para que la Comunidad Internacional y los organismos defensores de los Derechos Humanos activen una verdadera alarma ante la narco-tiranía de Nicolás Maduro?
Sobre el manejo de la información
La Asociación de Periodistas venezolanos en España, Venezuelan Press, también se ha manifestado a través de un comunicado en el que pide a las agencias internacionales «precisar y contextualizar las piezas informativas que publican y producen sobre violación a los DDHH en Venezuela», luego de que dos de las más importantes agencias publicaran la información emitida por el régimen venezolano que acusa vilmente al diputado al margen de una investigación transparente que pueda esclarecer los hechos.
«En esta ocasión, los despachos de dichas agencias de noticias no han valorado circunstancias tales como allanamiento de morada, secuestro, desaparición forzosa, obtención de declaraciones a través de medios ilegales y crueles, indefensión judicial, además de violación a la inmunidad parlamentaria de la víctima, hecho pretendidamente santificado por un organismo ilegítimo e incompetente como es la Asamblea Nacional Constituyente», asegura el mencionado comunicado de la Asociación que reúne a más de 200 comunicadores sociales residenciados en tierras ibéricas.