*** El proyecto político de la ministra Yolanda Díaz tras su visita al Papa.
Por ROBERTO MANSILLA BLANCO – Corresponsal en España
La opinión pública española se ha volcado en especulaciones e interpretaciones detrás de la visita al Papa Francisco realizada por la vicepresidenta segunda y ministra del Trabajo Yolanda Díaz, el pasado 11 de diciembre en el Vaticano
Díaz, comunista confesa heredada por la vía familiar a través de las luchas sindicales en su natal localidad gallega de Ferrol, estuvo reunida durante más de cuarenta minutos con el Sumo Pontífice, en una visita calificada por ella misma de «cordial y emocionante».
Pero esta visita no se resume al aspecto protocolario sino que mási bien parece tener un claro olor a marketing político para Yolanda Díaz, una de las figuras más visibles del gobierno de coalición del socialista Pedro Sánchez y quien no esconde su ambición política y electoral a mediano plazo, en este caso abanderando un proyecto que la entronice como la nueva líder de una izquierda española en fase de reconstrucción tras la etapa PODEMOS.
Por otro lado, el Vaticano y en particular el Papa Francisco, de conocida orientación de izquierdas, parece también interpretar sus propias claves detrás de la visita de Díaz. Estas claves podrían definirse ante la posibilidad de que la nueva diplomacia vaticana impulsada por el actual Papado también observe a Díaz como una pieza política «progresista y de izquierdas» dentro del nuevo tablero europeo que se abre con la era «post-Merkel», en particular ante la reciente toma de posesión de un inédito gobierno tripartito en Alemania, con el socialdemócrata Olaf Schölz al frente.
Yolanda marca su agenda
A sus 50 años, Yolanda Díaz parece erigirse como la nueva figura política de una izquierda española sumida en la crisis «post-PODEMOS» y huérfana de un liderazgo claro tras la repentina salida de escena de su histórico líder Pablo Iglesias». Por cierto, el ascenso de Díaz en este campo político de las izquierdas progresistas y «podemitas» española contaría con el beneplácito del propio Iglesias.
Por ello, el encuentro de Díaz con el Papa levantó fuertes reacciones en los medios, especialmente por parte de los sectores católicos y conservadores, que observan con recelo y desconfianza la gestión del actual Papa y la diplomacia vaticana, particularmente hacia América Latina por su condescendencia hacia regímenes izquierdistas como el de Maduro y su aliado cubano o el kirchnerismo en su natal Argentina.
De hecho, causó una fuerte polémica el tweet publicado por Macarena Puentes, secretaria de Comunicación del Partido Popular (PP) de Madrid, quien calificó el encuentro de Yolanda Díaz con el Papa como una «cumbre comunista». Puentes se apresuró a borrar ese tweet minutos después de publicarse, ante las fuertes reacciones generadas. No obstante, eso no fue impedimento para que, desde diversos medios conservadores españoles, aprovecharan la visita de Díaz al Vaticano para dar rienda suelta de sus calificativos al Papa de «comunista» así como de ventilar las críticas del Sumo Pontífice a la Unión Europea por su política migratoria y la crisis de los refugiados.
Pero hay diversas especulaciones sobre cuál fue el interés real de la visita de Yolanda Díaz al Vaticano. El gobierno de Sánchez se enteró del encuentro con apenas quince días de antelación y la propia Conferencia Episcopal española declaró no haber sido comunicada de esta reunión en el Vaticano. Y para rematar la faena, el Papa le concedió a Yolanda Díaz más minutos en su audiencia que la que tuvo el propio Pedro Sánchez hace un año.
Con estos mimbres, la visita de Díaz generó todo tipo de especulaciones sobre las expectativas de agenda política y electoral que maneja la ministra del Trabajo española, y quien parece «volar sola», aparentemente sin consultar con el propio Sánchez ni el resto del gobierno de coalición PSOE-PODEMOS.
Díaz se apresuró a informar que la reunión trató temas sensibles para la realidad socioeconómica española como son los casos de la reforma de la ley laboral, la lucha contra la precariedad laboral y la «construcción de un mundo más solidario». Pero más allá de todo ello, la visita de Díaz al Vaticano pareciera definir una estrategia política en clave electoral de cara a los comicios generales pautados para finales de 2024.
La propia Yolanda Díaz ha ofrecido diversas pistas al respecto. Sus continuas apariciones en actos públicos de tinte político y electoral en los últimos meses han creado roces con el gobierno de Sánchez, debido a que no corresponden a responsabilidades propias de su condición de vicepresidenta segunda y ministra del Trabajo.
Díaz ya comienza a hablar en voz alta de su proyecto político, algo que ha dicho la mantiene «muy ilusionada» con impulsar su «proyecto de país» para los próximos diez años. La «estrella» de Díaz brilla en la medida en que mantiene una enérgica posición hacia patronal con respecto al aumento del salario mínimo, y de cara a las multinacionales energéticas por el precio de la luz, sumamente oneroso en estos momentos en España y que está creando situaciones de «pobreza energética» en diversos hogares.
Y allí Yolanda Díaz tiene en mente el 2022 como año clave de impulso de su proyecto político, una vez que el Ministerio de Trabajo haya puesto fin a las negociaciones de la reforma laboral que, según el calendario, deberá aprobarse antes de finalizar este 2021. Posteriormente, Díaz ya anunció que que recorrerá España para dar paso a un «proceso de escucha» con colectivos de diferentes sectores de la sociedad civil. Y en el fondo, el impulso a su proyecto está estrechamente vinculado con la reforma laboral, precisamente el tema «oficial» de la agenda de Díaz en su encuentro con el Papa en el Vaticano.
La puja por Iberoamérica
Pero la clave de la visita de Yolanda Díaz al Vaticano no está únicamente concentrada en la política española y europea sino también en el contexto iberoamericano, donde la clase política española, desde la izquierda hasta la derecha, está intentando recuperar espacios de influencia.
Y en este contexto deben observarse con atención las giras latinoamericanas de políticos españoles como el ex presidente de Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, principal aval iberoamericano del régimen de Nicolás Maduro y de su aliado cubano vía Foro de São Paulo/Grupo de Puebla. Pero también está la actual gira que lleva a cabo el líder del PP español, Pablo Casado, por Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, pregonando una «alianza de la libertad» contra el «populismo del Grupo de Puebla».
No hay que olvidar que el líder de VOX, Santiago Abascal, también ha realizado visitas y mantiene contactos importantes en América Latina a través de una iniciativa denominada Proyecto Iberósfera, y que tiene en mente crear alianzas con gobiernos y líderes liberales y conservadores latinoamericanos para precisamente «frenar el populismo del Grupo de Puebla».
El contexto se observa estratégico para todos los actores políticos de cara a un ciclo electoral latinoamericano 2021-2022 que tiene sus plazas fuertes el próximo 19 de diciembre, donde Chile elegirá presidente entre el derechista Kast y el izquierdista Boric.
Pero será en 2022 donde la intensidad electoral se hará presente con presidenciales en Colombia y Brasil, piezas estratégicas a nivel hemisférico. En el caso español, hay convocatoria electoral municipal en 2023 y comicios generales en 2024, espacios donde Yolanda Díaz aspira concretar su apuesta política y electoral.
Por ello, el Papa Francisco pareciera apostar por un nuevo rostro político iberoamericano en la figura de Yolanda Díaz, cuya valoración en la opinión pública española se observa bastante favorable a tenor de su gestión al frente del ministerio del Trabajo, en particular a la hora de derogar la Ley Laboral vigente de la era de Mariano Rajoy en La Moncloa (2011-2018) y ante el aumento del salario mínimo interprofesional.
Y para ello hay que observar lo que dicen las recientes encuestas en España y el porqué la «opción Díaz» podría cobrar fuerza en el escenario político ibérico, y cómo desde el Vaticano toman nota de la misma.
El PSOE de Sánchez calcula que, ante unas elecciones generales, Yolanda Díaz y su plataforma de izquierdas podrían obtener entre un 11 y un 13% del voto. Toda vez, diversas encuestas especulan con un aumento de VOX que podría aupar a una especie de «frente de derechas» con el PP para llegar a palacio de gobierno de La Moncloa, incluso con mayoría absoluta. Y este escenario de un «frente de derechas PP-VOX» crea inquietud en diversos espacios políticos progresistas e izquierdistas españoles y europeos así como también en el Vaticano ante temas complejos como el aborto y el matrimonio homosexual.
Otra mujer en el horizonte: Isabel Díaz Ayuso
Paralelo a Yolanda Díaz, otra mujer se asoma con fuerza en el firmamento político español: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La líder del PP madrileño ganó con contundente mayoría las elecciones autonómicas de esa comunidad en abril pasado, donde Pablo Iglesias naufragó electoralmente tras oficializar su renuncia del gobierno y aceptar el reto de gobernar Madrid.
Por tanto, Díaz Ayuso ya asestó una especie de «golpe de gracia» al proyecto de Iglesias, contribuyendo a su declive electoral, espacio donde Yolanda Díaz espera «rescatar» a las izquierdas españolas.
A Díaz Ayuso se le vincula con el ala más derechista del PP. De hecho, en Madrid gobierna en coalición con VOX, del mismo modo que el PP en Andalucía.
La figura de Díaz Ayuso también ha subido enormemente desde las elecciones madrileñas y, con ello, también sus ambiciones políticas de liderar el PP a nivel español. Su lema de campaña fue «comunismo o democracia», señalando abiertamente a Iglesias por sus vínculos con el chavismo pero indirectamente también a una Díaz que, como ya mencionamos, siempre reivindicó su condición de comunista.
No obstante, Díaz Ayuso actualmente se encuentra enfrascada en una puja interna con Pablo Casado por el liderazgo del PP, que la deja con inciertas expectativas de poder controlar la derecha española. No obstante, en diversos medios sigue especulándose con la posibilidad de una confrontación electoral entre Yolanda Díaz e Isabel Díaz Ayuso en 2024.
Esta recreación de una eventual rivalidad entre Yolanda Díaz e Isabel Díaz Ayuso ya hizo correr tinta en Europa. Entre septiembre y octubre, el diario alemán Die Freitag dedicó sendos análisis a la actualidad política española. Y lo hizo en clave femenina, concentrándose en enfocar precisamente en esas dos figuras, Yolanda Díaz e Isabel Díaz Ayuso.
Según el diario alemán, ámbas son «dos personalidades diatralmente opuestas en sus orientaciones políticas» pero que coincidían en utilizar la ideología «comunista» como factor de vertebración de sus respectivos proyectos políticos, una a favor y la otra en contra de esa ideología.
Señalaba así el medio alemán que, por un lado, Yolanda Díaz alababa al «comunismo» a través de un prefacio en una nueva edición española del Manifiesto Comunista. Por otra parte, Isabel Díaz Ayuso hacía precisamente de la «lucha contra el comunismo» una especie de leitmotiv político en ambos lados del Atlántico, tomando en cuenta su gira en septiembre pasado por EEUU donde no dudó en calificar al indigenismo como el «nuevo comunismo». Un indigenismo que precisamente el Papa Francisco ha reivindicado desde el Vaticano.
El diario alemán Die Freitag felicitaba al mismo tiempo a Díaz por su trabajo «sereno y constructivo», toda vez advertía del aumento de la derecha en las preferencias electorales en España y de los » coqueteos de Ayuso con el fascismo», dejando entrever en esta categoría a VOX.
Así, la visita vaticana de Yolanda Díaz parece tener una dimensión enfocada en el nuevo contexto político a nivel iberoamericano. La senda de Díaz sobrepasa precisamente ese espacio ibérico y ya adquiere nivel internacional, en este caso por la vía vaticana.
Cuando en marzo de 2021, Pablo Iglesias renunció al gobierno y señaló a Yolanda Díaz como su sucesora, abría la veda para el proyecto político que la ministra de Trabajo espera concretar en 2024: convertirse en la primera mujer en la historia democrática española en ganar unas elecciones generales y gobernar desde La Moncloa. Una aspiración que tiene igualmente en mente Isabel Díaz Ayuso.
El mensaje lo recogió el Papa Francisco con su audiencia vaticana a Yolanda Díaz, la «comunista de por vida», para quien hoy el «camino de Damasco» hacia La Moncloa le permite adoptar el pragmatismo ideológico y confesional, sin despreciar aquella famosa frase que reza: «París (en este caso el Vaticano) bien vale una misa». Esa frase es atribuida al rey francés Enrique IV de Borbón y de Navarra a finales del siglo XVI, cuando aceptó convertirse al catolicismo para poder reinar. Hoy, la «comunista pragmática» Yolanda Díaz bien puede también hacerla suya.