Por FRANCISCO POLEO
Las cuentas no les salen a Primero Justicia. Su propuesta para dejar a la presidencia interina como un jarrón chino no tiene apoyo en el resto de los partidos que conforman la Asamblea Nacional electa en el 2015. Lo que tampoco tiene apoyo es la intención de Voluntad Popular de dejar a Guaidó sin control parlamentario. Entonces, se hace necesario un punto medio.
Argumentos contra la extravagante propuesta del partido de Julio Borges sobran. Diferentes constitucionalistas se han manifestado al respecto: Allan Brewer-Carías, José Ignacio Hernández, Román Duque Corredor, entre otros. La idea de PJ, atribuida a Juan Miguel Matheus – diputado a la AN 2015, secretario de Doctrina justiciero y presidente de la Formación Juan Germán Roscio del partido aurinegro- es inviable porque el parlamento no puede asumir ninguna facultad que no le esté expresamente establecida en la Constitución como de su competencia. De igual manera, el Poder Ejecutivo no puede asumir ninguna competencia que no le esté expresamente atribuida en la carta magna. En resumen, ninguno de los poderes puede asumir las competencias que constitucionalmente son inherentes a otro poder.
En el caso de Juan Guaidó, está consciente de que la solución debe ser intermedia, de que debe actuar con equilibrio para no entrar en conflictos con el organismo, la AN, del cual deriva su investidura como presidente interino de Venezuela.
Este jueves 30 de diciembre, entonces, se aprobará una propuesta de reforma del Estatuto de la Transición que en nada se parecerá ni al proyecto castrante de PJ ni al descontrolado de VP. En ese sentido, tanto Acción Democrática como Un Nuevo Tiempo trabajan como puentes entre ambos extremos para que la Unidad pueda encontrar una solución que le permita concentrarse en los retos macro que se avecinan: la reunificación de fuerzas, el reinicio de la negociación en México y la lucha para conseguir condicionales electorales justas, todas interconectadas entre sí.