Las hipótesis que han surgido sobre el presunto envenenamiento de Roman Abramovich y de dos negociadores ucranianos se han multiplicado tras conocerse la noticia del incidente.
El suceso se produjo el 3 de marzo en Kiev durante un intento de mediación de Abramovich, muy cercano a Putin, con enviados de Zelensky, en el que habría participado el parlamentario ucraniano Rustem Umerov y otro negociador cuyo nombre no se ha suministrado. Ambos también padecieron los síntomas de envenenamiento.
Los afectados únicamente comieron unos trozos de chocolate y habían bebido agua antes de comenzar a sentirse mal. Se desconoce quién está detrás del envenenamiento, aunque el gobierno de Putin apunta al sector duro del Kremlin cuyo objetivo no sería asesinar a las víctimas, sino sabotear las conversaciones de paz.
Abramovich está bastante activo en las gestiones de mediación entre rusos y ucranianos pues se le ha visto en las negociaciones en Bielorrusia, ha participado en reuniones en Polonia y se encuentra en este momento en Estambul, donde desde este martes se celebra una nueva ronda de diálogo.
Entre las especulaciones sobre qué tipo de sustancia fue la utilizada para perpetrar el envenenamiento estaría un agente químico, uno biológico, o simplemente un ataque radiactivo. Agencias de inteligencia llegaron a la conclusión que el ataque “no perseguía matar, sino lanzar una advertencia”.
Según The Wall Street Journal, el dueño del Chelsea FC se quedó ciego durante varias horas. Otros síntomas que padecieron tanto él como los negociadores ucranianos fueron descamación de la piel en la cara y en las manos, dolor de ojos y problemas para comer.
Los tres se recuperaron prácticamente del todo en los días posteriores e, incluso, se vio a Abramovich a la espera de embarcar en la terminal del aeropuerto de Tel Aviv.
A pesar de ello, un funcionario del gobierno de EEUU indicó que no existió tal envenenamiento y que los síntomas se debieron a factores “ambientales”, como una alergia o una intoxicación alimenticia mientras que allegados al gobierno de Zelensky negaron cualquier tipo de envenenamiento.
Por otro lado el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, fue más cauteloso con el tema al recomendar a los miembros de la delegación ucrania en Estambul que participan en las negociaciones con Rusia que comienzan hoy, que “ni coman ni beban nada. Y, si pueden, mejor que no toquen ninguna superficie”.
Roman Abramovich está involucrado de forma activa en las gestiones de mediación entre las partes rusa y ucraniana. Se le ha visto en las negociaciones en Bielorrusia, ha participado en mediaciones en Polonia y se encuentra en este momento en Estambul, donde desde hoy se celebra una nueva ronda de diálogo.
Este intento de envenenamiento es un episodio más en el largo historial de envenenamientos por parte de los servicios secretos rusos, y antes los soviéticos, como técnica para eliminar rivales políticos.