Con 40 votos a favor, 4 en contra y 2 abstenciones, los senadores aprobaron la reforma y ahora deberán enviar el oficio correspondiente a la Cámara Baja.
Por Ángela Betancourt
El Senado de Chile aprobó por amplia mayoría la reforma que habilita el proceso constituyente para redactar una nueva Constitución y que deberá recibir el visto bueno de la Cámara de Diputados.
Con 40 votos a favor, 4 en contra y 2 abstenciones, los senadores aprobaron la reforma y rechazaron el centenar de cambios propuestos por algunos partidos.
Ahora, el Senado deberá enviar el oficio correspondiente a la Cámara Baja, que tendrá un plazo de seis días para revisar la propuesta que cuenta con discusión inmediata.
La propuesta materializada en el Acuerdo por Chile firmado por los partidos políticos, establece la creación de un Consejo Constitucional que se encargará de redactar una nueva propuesta de Constitución.
Dicho órgano estará compuesto por 50 representantes, quienes serán electos por la ciudadanía el próximo mes de mayo, mientras que 24 expertos serán designados por el Congreso.
El proyecto de Carta Magna tendrá que ser aprobado finalmente por la ciudadanía en un plebiscito en diciembre para su entrada en vigor.
El acuerdo incluye 12 principios institucionales que debe seguir el órgano redactor y que impedirían una propuesta refundacional, como la que se rechazó en septiembre de 2022 por más del 62,5 % de los votos y que fue redactada por una convención de mayoría progresista e integrada por ciudadanos independientes.
Entre los puntos se encuentran la declaración de Chile como un “Estado social y democrático de derechos”, el reconocimiento de los pueblos indígenas y el sistema bicameral.
A pesar del rechazo en el plebiscito, existe consenso en la necesidad de sustituir la Constitución actual, instaurada durante la dictadura militar del general Augusto Pinochet.