Para el autor, la decisión de vender CITGO plantea dudas sobre la integridad de los activos de Venezuela y los intereses del gobierno de EE.UU. en apoyar al movimiento de oposición.
Por Alfredo Michelena
La reciente decisión del gobierno de EE.UU. de permitir la venta de CITGO, un importante activo del Estado venezolano, ha causado controversia y críticas. Esta decisión se produce luego de que la Asamblea Nacional Legítima (ANL) decidiera no renovar el gobierno interino, que se había formado en un esfuerzo por salir de la dictadura que azota a Venezuela.
El gobierno interino había logrado algunos éxitos internacionales con la formación del Grupo de Lima, el reconocimiento de varios embajadores y el apoyo de más de cincuenta gobiernos. Sin embargo, sus intentos de salir de la dictadura no tuvieron éxito, lo que alejó a muchos venezolanos que querían un cambio rápido. Las fisuras internas entre partidos también comenzaron a ensancharse, golpeando al propio IG. Esto a su vez condujo a la decisión de no renovar el gobierno interino. Rápidamente se apreció el cambio de tono de los representantes de la ANL, quienes insistieron en relajar las sanciones.
Ahora, el gobierno de Estados Unidos ha dado luz verde a la venta de CITGO, lo que compromete la integridad de los activos de la República. La decisión ha marcado una nueva postura hacia la empresa, que ha sido un objetivo principal para los acreedores de Venezuela durante años. En 2019, el gobierno de EE. UU. entregó el control de CITGO a los líderes de la oposición venezolana como parte de una campaña de presión contra el presidente del país, Nicolás Maduro.
La medida estuvo acompañada de sanciones que prohibieron a los tenedores de bonos y otros acreedores ejecutar la hipoteca de la empresa. El año pasado, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) dijo que poner fin a la propiedad venezolana de CITGO para pagar a los acreedores socavaría el interés de Estados Unidos en apoyar el movimiento de oposición de Venezuela. Sin embargo, con la pérdida de influencia de la oposición venezolana y la disolución de su gobierno paralelo, la OFAC ahora “tiene la intención de implementar una política de concesión de licencias favorable para las solicitudes de licencia en relación con la ejecución de una venta”, según una carta del Departamento de Justicia presentada en un tribunal de Delaware.
La posible pérdida de CITGO ha sido condenada por Maduro, quien ha sobrevivido a las sanciones de Estados Unidos para seguir siendo el líder de facto de Venezuela. Lo llamó una “bofetada en la cara” durante un discurso del Primero de Mayo en Caracas. Mientras tanto, la ANL no ha establecido una posición al respecto.
La decisión de vender CITGO plantea dudas sobre la integridad de los activos de Venezuela y los intereses del gobierno de EE.UU. en apoyar al movimiento de oposición. Queda por ver cuáles serán las consecuencias de esta decisión, pero está claro que ha desatado la polémica y las críticas de varias partes. La situación en Venezuela sigue siendo grave y es importante seguir buscando soluciones que generen un cambio positivo para el pueblo venezolano.
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