VP dice que la meta es evitar un escenario similar al de Nicaragua, donde el régimen ha aplicado todas sus cartas para retener el poder.
El precandidato presidencial de Voluntad Popular, Freddy Superlano, respaldado por su «Comando Páez», está llevando al centro de atención un nuevo guión para Venezuela: el Protocolo Barinas. La promesa es clara: una candidatura unificada y una propuesta cohesiva de cara a las elecciones presidenciales de 2024.
Durante una rueda de prensa, Lawrence Castro, uno de los actores principales de la dirección nacional de VP, dejó claro que la base del Protocolo Barinas es la unidad. «Superlano busca adaptarse, formar coaliciones y elaborar una estrategia política,» dijo con firmeza. Pero, ¿no es eso lo que todos los políticos prometen?
Castro insiste en que la misión de Voluntad Popular es evitar un escenario similar al de Nicaragua, donde el régimen ha aplicado todas sus cartas para retener el poder. Y claro, la pregunta es: ¿cómo puede garantizar VP que no se enfrentarán a las mismas tácticas de descalificación y suspensión?
Quizás el aspecto más llamativo del Protocolo Barinas es su énfasis en la movilización y defensa del voto. Para Voluntad Popular, la victoria en 2024 parece estar ligada a una «fuerza movilizadora» que respalde cada voto. Sin embargo, este es un terreno peligroso, especialmente cuando se tiene en cuenta el historial de interferencia electoral en Venezuela.