Chile intensifica la búsqueda del líder de la organización criminal Tren de Aragua con una orden de detención.
La Fiscalía Nacional de Chile marca un hito en la lucha intercontinental contra el crimen, emitiendo una orden de detención para Héctor Guerrero, conocido en los oscuros recovecos del mundo criminal como «Niño Guerrero». Este es un nombre que resuena con un tono ominoso en los pasillos de la justicia de varios países sudamericanos.
Guerrero, el prófugo y líder del infame Tren de Aragua, escapó de la cárcel de Tocorón en Venezuela, dejando un vacío que hoy se llena con una intensificación internacional de los esfuerzos para capturarlo. El fiscal regional de Tarapacá, Raúl Arancibia, expone la gravedad del asunto, y no es para menos: estamos hablando de un criminal cuyo alcance y maldad conocen pocas fronteras.
Si bien la notificación roja de Interpol ya pesa sobre Guerrero, la orden de detención chilena marca un precedente, según Arancibia. Se ha convertido en una cuestión de justicia que trasciende las fronteras nacionales, una mano extendida en una red de países afectados y determinados a poner fin al reinado criminal de Guerrero.
Delitos transfronterizos
El Tren de Aragua no es ajeno a la infamia. Nacido en una cárcel venezolana, se ha metamorfoseado en una entidad criminal que se extiende por Chile, Perú y Bolivia. Más de 40 personas han sido imputadas, un mosaico de delincuencia que incluye tráfico de drogas, secuestros, homicidios y extorsiones. Los migrantes, en su búsqueda de un futuro mejor, se han convertido en las víctimas predilectas de esta organización.
La emisión de la orden de detención es un recordatorio sombrío pero necesario de la persistencia del crimen organizado en el continente.