El gobernador de Zulia coquetea con la posibilidad de una candidatura presidencial para las elecciones de 2024.
El 5 de octubre se tiñó de ambición política cuando Manuel Rosales, actual gobernador del estado Zulia y líder del partido Un Nuevo Tiempo (UNT), dio a entender en una entrevista en el Circuito Éxitos que no ha descartado la idea de lanzarse para la presidencia de Venezuela en 2024. “Yo estaré aspirando hasta el último suspiro de mi vida a ser presidente”, afirmó Rosales con una confianza que se balancea entre la convicción y la polémica.
Aunque Rosales no participará en las primarias del 22 de octubre, su fuego interno por la silla presidencial aún arde con intensidad. «No quiere decir que mis aspiraciones se marchitaron y murieron», puntualizó en la conversación conducida por el periodista Román Lozinski, dejando en el aire una atmósfera cargada de especulaciones y expectativas.
El líder de UNT no es ajeno a los retos y complejidades de la política venezolana. Ha respaldado a Henrique Capriles de Primero Justicia (PJ), pero no se cierra a la posibilidad de que emerja un «candidato de consenso» si se mantienen las inhabilitaciones. En el intrincado tablero político del país, Rosales se percibe más como un estratega que como un peón.
«Los potes de humo no han funcionado», expresó Rosales, mostrando un escepticismo marcado hacia las estrategias previas. No es un hombre que cree en la confrontación directa o en «meter presos» a los líderes del chavismo. En cambio, ve el futuro de Venezuela encaminado hacia un «acuerdo» que, en sus palabras, será la clave para superar la actual crisis.
Rosales no se exime de responsabilidad en la crisis política y social que vive el país. El 3 de octubre, destacó que varios factores de la oposición, incluido él, tienen «cuotas de responsabilidad» en la situación actual, aunque recalcó que “el mayor responsable de esta tragedia es este régimen”.
Diosdado Cabello, primer vicepresidente del PSUV, no ha pasado por alto las aspiraciones de Rosales. A finales de agosto, en su programa «Con el Mazo Dando», Cabello puso sobre la mesa la posibilidad de que Capriles apoye a Rosales a cambio de ser nombrado vicepresidente, una táctica política que aún está por ver si se materializa.
Así, entre acusaciones y alianzas, Manuel Rosales se mantiene como un actor relevante en la escena política venezolana. Con la mirada puesta en Miraflores, pero con los pies firmes en Zulia, su juego político está lejos de concluir. La elección de 2024 podría ser el escenario donde este veterano político despliegue sus cartas más audaces, en un país ávido de cambios y soluciones.