El sur de la Florida sufre inundaciones sin precedentes y se enfrenta a la posibilidad de más precipitaciones y mareas altas.
Las lluvias torrenciales han azotado el sur de la Florida, dejando tras de sí un panorama de inundaciones y cortes de energía. Las comunidades se enfrentan a una situación de emergencia, con pronósticos de más precipitaciones que podrían agravar las ya severas condiciones.
El Servicio Nacional de Meteorología de Miami (NWS Miami) ha extendido los avisos de inundaciones costeras y ha emitido alertas por vientos peligrosos que afectan los condados de Miami-Dade, Broward y Palm Beach. Con condiciones de playa riesgosas y un alto potencial de corrientes de resaca, las autoridades piden a los ciudadanos extremar precauciones.
El Condado Broward ha sido especialmente golpeado por este evento climático, con Fort Lauderdale registrando entre 4 y 8 pulgadas de lluvia y enfrentando daños significativos. La ciudad advierte que el nivel freático casi saturado impide el drenaje eficiente de las aguas adicionales, lo que podría llevar a una situación aún más crítica con la marea alta prevista para la mañana.
Las escuelas públicas han cerrado sus puertas como medida de precaución, y los sistemas de transporte público luchan contra retrasos y suspensiones. La empresa FPL se esfuerza por restaurar la electricidad a miles de hogares afectados, mientras que las autoridades instan a los conductores a evitar las carreteras y a reportar cualquier línea eléctrica caída.
El sur de la Florida se enfrenta a uno de los retos más difíciles en cuanto a gestión de desastres naturales, con la comunidad y las autoridades trabajando incansablemente para mitigar los efectos de las inundaciones y restablecer la normalidad lo antes posible. Las instalaciones de la ciudad se mantendrán cerradas, poniendo de manifiesto la seriedad de la situación y el esfuerzo conjunto para superar esta crisis.
(Con información de El Nuevo Herald)