Un acto de violencia en un hospital estatal de Concord deja saldo mortal y levanta preocupaciones de seguridad.
Un sombrío episodio de violencia sacudió a la ciudad de Concord, Nuevo Hampshire, este viernes, cuando un tiroteo en un hospital estatal culminó con dos muertos, entre ellos el atacante, y dos heridos.
Las autoridades respondieron al incidente, y el vocero de la Policía de New Hampshire, Mark Hall, aseguró que la amenaza había cesado y que no había peligro para el público, pacientes o personal del hospital.
La Policía Estatal no reveló la identidad del pistolero ni de la víctima fallecida.
Este suceso se suma a la cadena de actos de violencia con armas de fuego que han afectado a la región, recordando el reciente y trágico tiroteo en el vecino estado de Maine.
El incidente de Concord reaviva el debate sobre la seguridad pública y las medidas de prevención de la violencia armada en Estados Unidos.