Un alto al fuego y una operación de traslado de rehenes marcan un nuevo capítulo en el conflicto Israel-Hamas.
En una jugada que podría cambiar las reglas del juego en el Medio Oriente, la Cruz Roja Internacional se pone la capa de héroe neutral en una tierra marcada por el conflicto.
Con el dramatismo de una región que no conoce la paz, la organización humanitaria ha anunciado su participación en el traslado de rehenes tomados por Hamás, en una operación que parece sacada de un thriller político.
«El primer grupo abandonará la Franja de Gaza a través del paso de Rafá», comunicaron desde la cadena Al Arabiya, mientras que desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar se agrega que «la ayuda humanitaria entrará lo antes posible».
Los ecos de estas declaraciones resuenan con la promesa de un respiro en la asfixiante atmósfera de Gaza.
La cuenta regresiva para el alto el fuego, que comienza el viernes a las 7:00 am (5 GMT), viene con la esperanza pegajosa de que esta vez sea diferente. Aunque la presidenta del CICR, Mirjana Spolijaric, no ha brindado citas directas para esta pieza, su encuentro con el líder de Hamas refleja el tenso telón de fondo de las negociaciones en curso.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo en una rueda de prensa que la guerra se reanudará una vez que termine la tregua.