Primer contacto entre los cancilleres de Venezuela y Guyana para abordar la controversia territorial del Esequibo.
En un contexto de crecientes tensiones entre Venezuela y Guyana por la disputa territorial del Esequibo, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, confirmó una conversación telefónica con su homólogo guyanés, Hugh Todd.
Este diálogo marca el primer contacto directo entre ambas naciones en semanas, sentando las bases para una comunicación continua en medio del conflicto territorial.
Gil explicó que la llamada se centró en la controversia sobre el Esequibo, con el objetivo de mantener abierta la línea de diálogo entre las dos naciones. Este paso se produce después de semanas de tensiones agravadas, especialmente tras la realización del referendo sobre el Esequibo en Venezuela, que ha sido objeto de disputa entre los dos países.
En un comunicado emitido por el ministerio venezolano, Gil señaló que la iniciativa de la conversación partió de Guyana, en respuesta a los recientes desarrollos relacionados con el referendo.
Además, destacó la «abrumadora participación» de los venezolanos en la consulta, un hecho que fue comunicado a las autoridades guyanesas.
Esta interacción diplomática ocurre en un momento delicado, después de que el gobierno de Nicolás Maduro rechazara las afirmaciones del presidente de Guyana, Irfaan Ali, sobre contar con el respaldo del Comando Sur de los Estados Unidos para defender el Esequibo.
La administración venezolana denunció la «irresponsabilidad» de Ali por permitir la presencia del Comando Sur de EE. UU. en la Guayana Esequiba, que actualmente está bajo ocupación de facto de Guyana.
El establecimiento de este canal de comunicación entre Venezuela y Guyana es un avance significativo, considerando el estado de tensión que ha prevalecido en las relaciones bilaterales. Ambos países enfrentan el reto de gestionar esta disputa de larga data, donde el diálogo y la diplomacia juegan un papel crucial para encontrar una solución pacífica y mutuamente aceptable.
La disposición de ambos cancilleres para mantener una comunicación abierta podría ser un primer paso hacia una mayor comprensión y, potencialmente, hacia una resolución del conflicto territorial.