ZAPORIYIA

OIEA denuncia que Rusia le niega acceso a planta nuclear de Zaporiyia

Organismo Internacional de Energía Atómica reporta limitaciones impuestas por el ejército ruso.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) emitió una preocupante denuncia este miércoles (03.01.2024), señalando que el ejército de Rusia, ocupante de la planta nuclear ucraniana de Zaporiyia desde marzo de 2022, está negando a los observadores de la ONU el acceso a tres salas de reactores. Este bloqueo representa un serio desafío a la seguridad y supervisión nuclear internacional.

Según el comunicado del OIEA, «los expertos del OIEA siguen sin poder acceder a todas las partes de la planta, y durante las dos últimas semanas no se les ha permitido acceder a las salas de los reactores de las unidades 1, 2 y 6». Este hecho es particularmente alarmante ya que, como señala el director general del OIEA, Rafael Grossi, «es la primera vez que no se permite a los expertos del OIEA acceder a la sala del reactor de una unidad que se encuentra en parada fría».

La planta nuclear de Zaporiyia, que cuenta con seis reactores y es la más grande de Europa, ha estado bajo la mirada internacional desde la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. En las salas de los reactores se encuentran elementos críticos como el núcleo del reactor y el combustible gastado. La negativa de acceso a estas áreas clave aumenta la preocupación sobre la seguridad y gestión de estos materiales.

Cinco de los seis reactores de la planta están actualmente en parada fría, es decir, no están produciendo energía. El reactor restante se mantiene en parada caliente para suministrar vapor y calor a la cercana ciudad de Enerhodar, donde reside la mayoría del personal de la planta.

El OIEA también destacó que, gracias a la insistencia de sus observadores, se han realizado trabajos en los transformadores eléctricos de reserva de la planta para asegurar un suministro constante e inmediato de electricidad. Grossi calificó esto como un «avance significativo» que contribuye a la independencia y redundancia en el sistema de suministro energético de la planta, aunque advirtió que la situación general sigue siendo «extremadamente frágil».

Los observadores del OIEA han reportado haber escuchado explosiones periódicas en las cercanías de la planta, lo que subraya los peligros constantes que enfrenta la instalación.