En respuesta a bombardeos recientes, los hutíes intensifican la confrontación internacional.
El conflicto en Yemen acaba de dar un giro inesperado. Los rebeldes hutíes, respaldados por Irán, anunciaron este viernes que considerarán como «blancos legítimos» los intereses de Estados Unidos y el Reino Unido. Esta declaración surge como una respuesta directa a los recientes bombardeos efectuados por estas naciones en territorio yemení controlado por los hutíes.
La tensión se intensifica en el Mar Rojo, una región clave para la navegación y el comercio mundial. Según declaraciones del Consejo Político Supremo de los hutíes, «los estadounidenses y los británicos no deben creer que escaparán al castigo de nuestras heroicas fuerzas armadas». Esta afirmación subraya la postura desafiante de los rebeldes frente a los recientes ataques.
El Gobierno del Yemen reconocido internacionalmente ha acusado a los hutíes de empujar al país hacia una confrontación militar más amplia. Por otro lado, la OTAN ha calificado los ataques de EE.UU. y el Reino Unido como acciones defensivas, destinadas a preservar la libertad de navegación en una de las rutas comerciales más importantes del mundo.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, desde Kyiv, ha destacado la necesidad de enviar un mensaje contundente a los hutíes en el mar Rojo, asegurando que «no pueden continuar con sus ataques con impunidad». Esta declaración refuerza la postura del Reino Unido y sus aliados frente a la creciente amenaza que representan los ataques hutíes en la región.
La escalada de violencia y la declaración de los hutíes ciertamente aumentan la incertidumbre y el riesgo en una región ya cargada de tensiones. Los ojos del mundo están puestos en Yemen, mientras se espera ver cómo se desarrolla esta compleja situación y qué impacto tendrá en la estabilidad regional y la seguridad internacional.