El presidente venezolano implementa un nuevo sistema de gestión territorial en busca de eficiencia, mientras confronta desafíos internos y externos.
En un movimiento supuesto a fortalecer la gobernanza en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro ha nombrado «padrinos y madrinas» en todos los estados del país, incluida la capital, Caracas.
Según Maduro, esta medida, anunciada el jueves, tiene como objetivo proporcionar «soluciones eficientes» a las demandas de la población, mejorando la implementación de políticas públicas a nivel regional.
Los designados, entre los que se encuentran figuras clave del gobierno como Mervin Maldonado en Caracas y Néstor Reverol en Zulia, abarcan una amplia gama de responsabilidades en diversas regiones. Maduro expresó su confianza en que esta estructura mejorará significativamente la efectividad gubernamental.
Además, Maduro anunció la creación del Comando Especial Presidencial de Gobierno, presidido por Leonardo Montezuma, y destacó los logros del programa 1X10 del Buen Gobierno, que ha recibido millones de reportes de los ciudadanos.
Esta no es la primera vez que el presidente venezolano adopta la figura de «padrinos» para la administración regional, recordando la designación de «protectores» en 2017 para los estados ganados por la oposición.
En su discurso, Maduro también identificó dos principales adversarios de Venezuela: «el imperialismo norteamericano» y el «burocratismo criminal». Criticó a Estados Unidos por sus intentos de imponer sanciones y desestabilizar su gobierno, prometiendo superar cualquier desafío político, diplomático, económico y electoral. Al mismo tiempo, señaló el problema interno de la negligencia y la infiltración en la administración pública, llamando a una lucha permanente contra estos males.
La confrontación de Maduro con figuras internacionales también estuvo presente en su alocución, particularmente con críticas dirigidas hacia el presidente argentino Javier Milei, acusándolo de apropiarse indebidamente de un avión venezolano-iraní, y renovando ataques contra el opositor Juan Guaidó, a quien descalificó severamente, llamándolo “bobolongo” y “ladrón”.