En la carrera hacia la presidencia, Leocenis García presenta un ambicioso plan económico diseñado por Daniel Lacalle, prometiendo una transformación radical para recuperar la economía venezolana.
Leocenis García, recién postulado como candidato presidencial, ha puesto todas las cartas sobre la mesa con un plan económico que promete no solo ser ambicioso sino también transformador.
La mente maestra detrás de esta propuesta no es otra que Daniel Lacalle, renombrado profesor de Economía Global, autor y asesor internacional, quien desde 2017 ha estado trabajando en conjunto con García para desarrollar este plan de rescate económico.
«El desastre perpetrado en la economía venezolana no se puede solucionar en poco tiempo y no puede intentar solventarse desde políticas intermedias,» señala el documento presentado por García, subrayando la urgencia y la agresividad necesarias para enfrentar la crisis sin precedentes que vive el país. Venezuela, según este plan, necesita adoptar medidas globales para erradicar «todo vestigio del modelo económico actual» y abrirse a la inversión y al capital internacional como nunca antes.
Entre las propuestas más destacadas, la restitución de todas las propiedades expropiadas a sus legítimos dueños figura como un punto de partida esencial para recuperar la confianza internacional y el respeto a la ley y la propiedad privada en Venezuela. Este proceso va acompañado de una bonificación del 100% en impuestos para incentivar la inversión en capital y maquinaria.
El cambio radical no se detiene ahí. La política monetaria está llamada a ser reformada por completo, proponiendo una moneda cuya fluctuación y emisión sean independientes del poder político y estén ligadas al dólar estadounidense. Este cambio busca estabilizar la economía y combatir la inflación que tanto ha golpeado el poder adquisitivo de los venezolanos.
Otro pilar fundamental es la atracción de dólares a la economía y la reestructuración de PDVSA. La apertura a la inversión extranjera y la recuperación del sector no energético, junto con una reforma profunda de la petrolera estatal, prometen revivir el dinamismo económico del país. Las propuestas incluyen desde la derogación de acuerdos desventajosos hasta la implementación de programas de inversión público-privada que aumenten la producción petrolera y mejoren la eficiencia y rentabilidad de PDVSA.
El documento también esboza un plan radical contra la pobreza y el desempleo, orientando recursos hacia el abastecimiento, la inversión, y la creación de empleo a través del apoyo a pequeñas y medianas empresas, el fomento del emprendimiento, y la reorientación de los programas de financiación política hacia programas sociales de impacto real.