El exjugador brasileño consigue el millón de euros para su libertad provisional, mientras la comunidad futbolística y jurídica se pronuncia sobre su caso.
Dani Alves, el exfutbolista brasileño que ha marcado una era tanto en el FC Barcelona como en la selección de Brasil, enfrenta uno de los capítulos más complejos de su vida. Detenido desde enero de 2023 por una acusación de violación en Barcelona, su salida de prisión parece inminente tras depositar la fianza de un millón de euros impuesta por la Audiencia de Barcelona.
La fianza, que ha sido objeto de intenso debate y esfuerzo financiero por parte de Alves, marca un precedente en los tribunales españoles por su cuantía y las circunstancias que la rodean.
«Se ha depositado este lunes en la cuenta de la sección 21a de la Audiencia de Barcelona el millón de euros de fianza», confirmaron fuentes judiciales. La suma pretende asegurar la libertad provisional del futbolista mientras se resuelven los recursos contra su condena de cuatro años y medio de prisión por agresión sexual.
El camino para reunir la fianza no ha sido fácil. Tras apelar sin éxito al apoyo económico de conocidos y enfrentarse a un significativo daño reputacional, Alves y su equipo legal han superado múltiples obstáculos financieros y legales. La comunidad futbolística y la sociedad en general observan con detenimiento las ramificaciones de este caso, que ha desatado un amplio debate sobre justicia, responsabilidad y el papel del dinero en el sistema penal.
La Fiscalía Provincial de Barcelona y la abogada de la víctima han interpuesto recursos de súplica contra la libertad bajo fianza de Alves, argumentando que el riesgo de fuga del futbolista es aún mayor tras su condena. Este punto de vista encuentra eco en las palabras del presidente brasileño, Lula Da Silva, quien recientemente destacó que el dinero no puede redimir la ofensa cometida.
El caso de Alves ha motivado también una reflexión profunda dentro del mundo del fútbol. Ednaldo Rodrigues, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, calificó los casos de violación de Alves y Robinho como «uno de los capítulos más nefastos del fútbol brasileño», enfatizando la necesidad de que las víctimas sean escuchadas y respetadas.
Mientras Alves prepara su salida de la prisión de Brians 2, el debate sobre las consecuencias de sus acciones y las de otros deportistas en situaciones similares continúa.