En medio de la tormenta legal, Donald Trump recibe un respiro financiero significativo mientras sigue adelante con su campaña presidencial.
En un giro inesperado que podría influir en el panorama político de Estados Unidos, Donald Trump, magnate y figura polarizadora de la política estadounidense, ha recibido una noticia que sin duda alivia parte de la presión financiera que pesaba sobre sus hombros. La corte de Nueva York ha decidido reducir a casi un tercio la cuantiosa fianza de 464 millones de dólares que inicialmente se le había impuesto al político por un caso de fraude civil. Ahora, el candidato presidencial por el Partido Republicano deberá desembolsar «solo» 175 millones de dólares.
Este ajuste en la fianza llega en un momento crítico, justo cuando el plazo para realizar el pago inicial estaba por expirar. De no haberse modificado la cantidad, el estado de Nueva York podría haber procedido a la confiscación de propiedades del empresario, incluyendo posiblemente la emblemática Torre Trump.
El contexto de esta reducción está marcado por la condena a Trump y algunos de sus hijos por inflar artificialmente el valor de propiedades clave, como la mencionada Torre Trump y la residencia de Mar-a-Lago, con el fin de obtener condiciones crediticias más favorables. Estas manipulaciones, según Reuters, habrían incrementado el valor del patrimonio de Trump por miles de millones de dólares sobre su valor real.
Donald Trump, quien nunca ha sido ajeno a la controversia, defendió su posición en redes sociales, calificando la fianza inicial como «fraudulenta» y afirmando que debería ser «cero» porque, en sus palabras, «¡No hice nada mal!».
La defensa de Trump no solo ha atacado la sentencia desde el ángulo legal, sino que también ha señalado una presunta motivación política detrás de las acciones de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien antes de asumir su cargo en 2022, formaba parte del Partido Demócrata.
A pesar de este respiro en el caso de fraude civil, Trump sigue navegando un mar de litigios que incluyen desde la absolución de una inhabilitación por parte del Tribunal Supremo del país hasta una condena por comentarios ofensivos hacia la escritora E. Jean Carroll, a quien debe indemnizar por un abuso sexual ocurrido en 1996.