El aclamado director venezolano unirá fuerzas con la Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu en un evento sin precedentes junto al mar.
En un evento que promete hacer vibrar las olas al ritmo de la música clásica, Gustavo Dudamel, el renombrado director venezolano, se prepara para dirigir la Orquesta Sinfónica del Gran Teatre del Liceu de Barcelona, España. Este espectáculo, parte de las celebraciones de la Copa América de Vela, tendrá lugar en un escenario sin igual: la playa de la ciudad, el próximo 12 de julio.
La iniciativa, impulsada por el ayuntamiento de Barcelona, busca romper el molde y llevar la música clásica a un público más amplio, en un entorno distendido y abierto como es la playa. Esta audición es parte de ‘Clàssica a la Platja’, una propuesta que redefine el concepto de concierto clásico, ofreciendo una experiencia única al aire libre.
Dudamel, quien actualmente lidera la Filarmónica de Los Ángeles, no solo promete deleitar a los asistentes con su talento en Barcelona sino que también participará en dos actuaciones más en la ciudad. Los días 26 y 27 de mayo, presentará en el Gran Teatro del Liceu una versión concierto de ‘Fidelio’, de Ludwig van Beethoven, en una audaz propuesta semiescénica diseñada tanto para público sordo como oyente. Este espectáculo cuenta con la dirección escénica de Alberto Arvelo y la colaboración del Deaf West Theatre de Los Ángeles junto al Coro Manos Blancas de El Sistema de Venezuela, marcando un hito en la inclusión dentro de la música clásica.
La estancia de Dudamel en Barcelona se cerrará con una actuación el 28 de mayo en el Palau de la Música Catalana, donde dirigirá a la Filarmónica de Los Ángeles. En este concierto, se destaca la participación de la violinista española Maria Dueñas, interpretando obras de J.Williams, G. Ortiz, y Dvořák, en lo que promete ser un cierre espectacular para la visita del maestro venezolano.
Este conjunto de eventos no solo subraya la versatilidad y el compromiso de Dudamel con la música y su poder de reunir a las personas sino que también ofrece una oportunidad excepcional para que los habitantes y visitantes de Barcelona experimenten la música clásica de una manera fresca y revitalizante, al lado del mar Mediterráneo.