El director general del OIEA expresa preocupación por la escalada de tensiones nucleares globales y la carrera armamentista.
Rafael Mariano Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), emitió una severa advertencia sobre el incremento del riesgo de un conflicto nuclear a nivel global, exacerbado por la intensificación de las tensiones geopolíticas y la carrera armamentista nuclear. En una entrevista concedida al diario El Universal de México, Grossi compartió sus inquietudes sobre la proximidad alarmante a una posible catástrofe nuclear.
«Si bien no es aconsejable dramatizar o sembrar el pánico, es cierto que no nos estamos alejando de un conflicto nuclear: acaso nos estamos acercando”, afirmó Grossi. Esta declaración surge en un momento crítico, marcado por conflictos como la guerra en Ucrania y las tensiones en Oriente Medio, que parecen agravarse en lugar de disminuir.
El OIEA, con una misión permanente en la central nuclear de Zaporizhzhia en Ucrania, ha observado un aumento en el riesgo de un accidente nuclear en la región, especialmente después de un ataque con drones en abril de 2024. Además, la situación en Oriente Medio, incluyendo los enfrentamientos entre Israel y el grupo terorista Hamas, así como entre Israel e Irán, continúa tensionando el panorama internacional.
Grossi también señaló que las principales potencias nucleares están incrementando sus arsenales, una tendencia que no se había visto en décadas, lo que contribuye al creciente nerviosismo global. «Las potencias poseedoras de armamento nuclear están, en algunos casos, aumentando en forma numérica sus arsenales», confirmó.
En este contexto preocupante, el OIEA se esfuerza por prevenir que más países se sumen a la proliferación nuclear, un desafío amplificado por la situación con Corea del Norte y las recientes tensiones con Irán, que según Grossi, está a semanas de poseer suficiente uranio enriquecido para fabricar una bomba nuclear.
A pesar de estos desafíos, Grossi enfatizó la importancia de su rol no solo como observador, sino como agente de cambio en estos tiempos turbulentos. «No sólo ser comentaristas u observadores de la realidad, sino tratar de modificarla con el mandato que tenemos», expresó, destacando el papel activo del OIEA en la mitigación de los riesgos nucleares y en la búsqueda de soluciones diplomáticas.
Finalmente, Grossi resaltó el apoyo que recibe de México y América Latina, refiriéndose a la región como «un continente de paz». Con un tono de resolución, concluyó: “Me levanto pensando qué voy a hacer en pos de ese objetivo”, reafirmando su compromiso inquebrantable con la paz mundial.