En el Foro Económico Mundial en Riad, líderes energéticos discuten el costo y el papel del petróleo y gas en un futuro sustentable.
En una reciente reunión del Foro Económico Mundial (WEF) en Riad, importantes figuras del sector energético, incluyendo a Saad Al Kaabi, ministro de Estado de Energía de Catar, y Salman bin Abdelaziz, ministro de Energía de Arabia Saudí, defendieron la importancia continua del petróleo y el gas en la transición hacia energías más limpias.
Ambos líderes destacaron que, a pesar de la demonización de los combustibles fósiles en la última década, la realidad es que estos recursos seguirán siendo fundamentales en el corto plazo. “El mundo no puede pagar el precio de la energía verde» y necesitará petróleo y gas para mantener su desarrollo, afirmó Al Kaabi, quien también es presidente ejecutivo de Qatar Energy. Según él, la transición energética tiene un costo significativo que, inevitablemente, «acabará pagando el consumidor».
Por otro lado, Salman bin Abdelaziz remarcó que una gran parte de la población mundial no tiene la capacidad de elegir la fuente de su energía, y muchos viven en lo que describió como «pobreza energética». El ministro saudí argumentó que las energías renovables por sí solas no son suficientes para satisfacer las necesidades energéticas globales.
Durante el mismo panel, Kadri Simson, comisaria de Energía de la Unión Europea, subrayó los esfuerzos europeos para reducir la dependencia del gas ruso, que han resultado en una disminución del 18 % en el uso de gas en la región. Simson también subrayó la importancia de considerar energías transitorias como el gas natural y la energía nuclear para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones de CO2 en un 90 % para 2040.
En el mismo evento, líderes de algunas de las mayores petroleras del mundo, como Darren Woods, director general de Exxon, y Vicki Hollub, directora general de Occidental Petroleum, coincidieron en que la estrategia inmediata para abordar el cambio climático debería centrarse en manejar las emisiones existentes y futuras. Propusieron invertir en tecnologías para «descarbonizar el petróleo» mediante la captura y almacenamiento de CO2, así como en la reducción de sus costos.
Este enfoque refleja una visión pragmática del papel que los combustibles fósiles jugarán en el futuro próximo, destacando la necesidad de innovar en tecnologías que permitan un uso más limpio y eficiente de estos recursos.