El empate puso fin a la histórica racha de más de 50 partidos de la Eurocopa sin tener igualdades 0-0. Un resultado que no benefició a ninguno de los dos clubes.
Francia y Países Bajos cumplieron con las expectativas al jugar un encuentro sumamente dinámico, de ida y vuelta, con oportunidades de ambos arcos y que tuvo un final polémico.
Finalmente, todo terminó en empate 0-0 que no le sirvió a ninguno ni para alcanzar la cima de la zona (quedaron igualados en el primer puesto), ni para conseguir la clasificación a los octavos de final.
La previa del match giró en torno a un solo jugador: Kylian Mbappé. El delantero, que se fracturó la nariz en el debut ante Austria, estuvo en duda hasta el último momento. Se había dicho que era imposible que jugara, pero finalmente se recuperó a tiempo y estuvo sentado en el banco con una máscara protectora, esperando su oportunidad. Y por suerte para los espectadores, el partido no sintió su ausencia.
A los 50 segundos, Países Bajos ya había tenido una jugada clarísima: Frimpong ganó en velocidad y quedó mano a mano con Maignan, quien le ahogó el grito con una gran atajada. Apenas cinco minutos después, Francia respondió con un buen disparo de lejos de Griezmann. Y sobre los 13′, Rabiot tuvo una oportunidad para abrir el marcador al quedar mano a mano con Verbruggen, pero no remató, sino que intentó asistir al mencionado Antoine, que pifió y desperdició una chance inmejorable.
Ese cuarto de hora fue el de más intensidad, pero eso no significa que lo que vino haya sido malo. El encuentro siguió teniendo mucha velocidad, aunque los seleccionados hicieron los ajustes necesarios después de los primeros 20 minutos y eso provocó que hubiera menos chances de gol. Los Galos fueron los que más buscaron, pero les faltaba una pieza clave en los últimos metros. Una pieza que estaba sentada en el banco, esperando por la oportunidad de ingresar con su máscara negra.
Sin embargo, Mbappé nunca entró y Francia sintió su ausencia en el segundo tiempo. Tuvo sus oportunidades, es cierto (una de Griezmann fue clarísima, pero se la tapó el arquero neerlandés con una estirada monumental), pero no pudo capitalizarlas. E incluso, los Bleus estuvieron cerca de perderlo, de no ser por la llamativa decisión arbitral de anular el gol de Xavi Simmons.
Tras una buena intervención de Maignan a un tiro de los neerlandeses, la pelota le cayó al joven volante de Países Bajos, que disparó y la puso pegadita al segundo palo. Todo parecía legal y los de naranja comenzaron a festejar, pero el juez de línea señaló un offside de Dumfries, compañero de Simmons, que estaba adelantado y parado a un costado del arquero.
Es cierto que el volante no tocó la pelota, pero el referí entendió que el jugador estorbó al arquero de Francia en su camino hacia el balón. Eso quiere decir que participó de la jugada y, por lo tanto, se anuló el gol. Una decisión polémica que fue muy cuestionada por un lado, y motivo de festejo por el otro.
Finalmente, el encuentro acabó sin goles y puso fin a la histórica racha de más de 50 partidos de la Eurocopa sin tener igualdades 0-0. Un resultado que no benefició a ninguno: ambos quedaron con 4 puntos y +1 de diferencia de gol, por lo que comparten la cima del Grupo D, y se jugarán la clasificación a los octavos de final en la próxima fecha.