Putin dijo que «estamos hablando de la retirada completa de todas las fuerzas de Ucrania de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, así como de las regiones de Zaporiyia y de Jersón».
El dictador ruso Vladimir Putin reiteró este viernes 5 de julio la propuesta rusa de poner fin a las hostilidades en Ucrania, tras reunirse con el primer ministro de Hungría, Viktor Orban. Este último reconoce que las posiciones de Rusia y Occidente son muy distintas. La visita del dirigente húngaro ha causado escozor en la Unión Europea y en Ucrania.
«Estamos hablando de la retirada completa de todas las fuerzas de Ucrania de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, así como de las regiones de Zaporiyia y de Jersón», afirmó el jefe del Kremlin en una declaración para la prensa, exigiendo que las unidades ucranianas abandonen su propio territorio, «anexado» ilegalmente por el régimen ruso en septiembre de 2022, pese a no controlarlo totalmente.
Putin señaló que Rusia no busca un «simple alto el fuego» o una pausa en el conflicto, sino que quiere su solución «plena y definitiva». Rusia exige, además, el cumplimiento de otras condiciones, que estarán sujetas a una discusión pormenorizada en el marco de «un posible trabajo conjunto», agregó. Entre ellas se encuentra que Ucrania, un país, no pueda decidir ingresar a la OTAN.. La propuesta de Moscú ya fue rechazada por Kyiv hace unas semanas.
Putin reconoce que Orban, cuyo país ha asumido la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea recientemente, presentó en Moscú la postura occidental acerca del conflicto, «también desde el punto de vista de los intereses de Ucrania». «Sin embargo, agradecemos al señor primer ministro su visita a Moscú. La percibimos como un intento de restablecer el diálogo y darle un impulso adicional», aseguró.
Al llegar a Moscú, Orban escribió en redes sociales que esta visita forma parte de su «misión de paz» que arrancó en Ucrania, donde pidió al presidente Volodimir Zelenski que considerara opciones para acelerar el término del conflicto. «Europa necesita paz», dijo el dirigente magiar ante Putin, señalando que el conflicto genera grandes dificultades en Europa, causa destrucción y sufrimiento, y comienza a afectar el crecimiento económico de los países occidentales.