La presidenta electa de México pone el foco en los organismos internacionales y se desmarca del llamado de María Corina Machado a presionar al régimen de Maduro.
En un contexto de tensión política regional, Claudia Sheinbaum, la presidenta electa de México, dejó claro este lunes que no es su papel reconocer la victoria de Edmundo González en las elecciones del 28 de julio en Venezuela, desmarcándose del llamado hecho por la líder opositora venezolana, María Corina Machado. “No me corresponde a mí, para eso hay organismos internacionales,” afirmó Sheinbaum, subrayando la postura neutral y cautelosa que ha caracterizado al gobierno mexicano frente a la crisis venezolana.
Machado había instado la semana pasada al gobierno mexicano y a Sheinbaum a escuchar “el dolor de las madres venezolanas” y mantener una «presión creciente» sobre el régimen de Nicolás Maduro para facilitar una transición pacífica. Sin embargo, Sheinbaum, durante una rueda de prensa, sostuvo que la petición de Machado surgió de lo que describió como una «trampa» tendida por el periodista Ciro Gómez Leyva, conocido crítico del presidente Andrés Manuel López Obrador.
«Respetamos a todos y a todas, pero respetamos sobre todo el derecho de los y las venezolanos a decidir quién los gobierna y, si hay algún problema, para eso hay instituciones internacionales,» insistió la futura mandataria mexicana, reafirmando su alineamiento con la posición oficial de México, que ha abogado por la transparencia en el conteo de votos y por esperar un veredicto definitivo del tribunal electoral venezolano.
Mientras que naciones como Ecuador y Argentina han reconocido la victoria de González, México, junto con Brasil y Colombia, ha optado por mantener una posición de espera, apelando a la prudencia y a la observancia de las normas internacionales. Esta postura ha sido interpretada por algunos como una estrategia para evitar un conflicto diplomático, mientras que otros la ven como un reflejo de la política exterior mesurada que México ha intentado mantener bajo la administración de López Obrador.
En medio de este cruce de declaraciones, Venezuela sigue sumida en un clima de protestas y represión, con el régimen de Maduro manteniéndose firme en su negativa a aceptar una derrota electoral. El cierre de la red social X en el país y la fuerte respuesta policial a las manifestaciones son solo algunos de los elementos que complican aún más el panorama político en la nación sudamericana.