El expresidente de Ecuador y su exvicepresidente han sido vetados por su implicación en actos de corrupción, según el Departamento de Estado de EE.UU.
El gobierno de Estados Unidos anunció este miércoles que ha prohibido la entrada al país al expresidente ecuatoriano Rafael Correa y al exvicepresidente Jorge Glas, señalándolos por su participación en “actos significativos de corrupción” durante sus mandatos en Ecuador. La noticia fue confirmada por Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, a través de su perfil en X (antes Twitter).
Según Miller, tanto Correa como Glas están involucrados en sobornos y concesiones de contratos gubernamentales favorables, lo que llevó a la administración de Joe Biden a tomar esta medida como una muestra del compromiso de Estados Unidos para «promover la responsabilidad de los actores corruptos».
Compromiso con la transparencia
Miller subrayó el apoyo de EE.UU. a los ecuatorianos que luchan por la transparencia y exigen rendición de cuentas a los funcionarios públicos corruptos. Este veto a Correa y Glas es un paso más en los esfuerzos de Washington por sancionar a líderes que abusan de sus posiciones de poder.
La respuesta de Rafael Correa
El expresidente Rafael Correa, quien actualmente reside en Bélgica, no tardó en responder a esta decisión a través de sus redes sociales. En varios mensajes, Correa sugirió que la prohibición podría deberse a una posible «retaliación por lo relacionado con Julian Assange», además de insinuar que se trata de un intento de distracción del “desastre del Gobierno de Noboa en su peor momento” y de influir en la campaña electoral ecuatoriana.
Correa también rechazó las acusaciones de corrupción y afirmó que su sentencia por «influjo psíquico» en el Caso Sobornos no ha sido aceptada por ningún país. «Cinco países han otorgado asilo político a los involucrados», añadió, mencionando además que esta situación ha afectado a su familia.