Por Karisa López
A Indira Guerrero se le dificulta describirse a sí misma. Celebra a quien sí lo hace, porque ella dice no poder. Se lo pregunta continuamente y revisa a diario qué tipo de persona es y qué transmite a los demás. “Wanabí”, se define ella y dice que cada día busca ser alguien distinto, cada vez alguien mejor.
Acostumbra a salir sin prejuicios a la calle. En su rol de periodista, procura “salir en blanco” antes de cubrir una pauta, principalmente si es una protesta.
Lea También: Miedo e impotencia: Periodismo en tiempos de Revolución (+Testimonios)
“No debemos pensar si ya tenemos la historia que vamos a contar, no creer que la historia está preescrita, que solo salimos a buscar algo con qué engancharla (…) A veces es triste robarle la historia a la gente por contar la que tú creías”, apuntó Guerrero, periodista de la agencia de noticias española EFE.
“Cuando agredieron al muchacho del violín, me di cuenta de que existe gente que está presa de ser ciudadana, de creer en algo, presa de no ser parte del sistema y de ser vulnerable a los cuerpos de seguridad”, relató Guerrero.
Reconoció que las muertes durante las protestas le han marcado. “Lo estaban esperando y no va a llegar a su casa, se despidió en la mañana y no va a volver. Sus cosas se van a quedar como estaban en la mañana (…) Cada persona que sale tiene el temor de no regresar y lo sabe, y eso nos tiene que decir algo. ¿Por qué cada muchacho sabe el peligro y sale? Eso nos tiene que decir algo”, expresó.
Lea También: Luis Olavarrieta: Ají Picante me hizo madurar
-¿Has sentido miedo?
-Honestamente, he tenido miedo cada vez que salgo a la calle, cada día. Me da miedo, me da terror. Me da miedo saber que mis colegas y yo entramos en esa probabilidad de no volver. Me da miedo y me ha dado miedo siempre. Sentí mucho miedo el día que pude hacer una cobertura desde el lado de la GNB, sentí terror de ser ese blanco, de estar ahí. No hay manera de que alguien distinga que hay un periodista ahí, del lado de los que reprimen, del lado enemigo. Tenía miedo. Te sientes como un animalito que están cazando. Sentí el mismo miedo del otro lado. Te juro que yo no sé cómo no se puede sentir miedo cuando la gente corre o se esconde. Yo siempre tengo mucho miedo.
-¿Cómo contener las emociones ante las injusticias? ¿Te han afectado emocionalmente?
-¿Sabes qué? Yo pienso que las emociones frente a las injusticias es el sentimiento más auténtico que debe sentir un periodista. Odio frente a la injusticia, rabia frente a la injusticia, ganas de pelear por la injusticia. Es la pelea más auténtica que podemos dar como periodistas, por eso yo pienso que no tiene ningún sentido contener las emociones ante las injusticias, al contrario. Reconocer la injusticia y volverte un luchador contra ella es el sentimiento que nos debe mover. No pienso que debamos contener esas emociones. Sí, me afecta emocionalmente, sobre todo no haber visto todas. Por alguna razón, tantos años cubriendo la crisis venezolana nos ha vuelto cínicos ante las injusticias, que eso no pase. En el ejercicio, el desgaste nos ha vuelto cínicos y hemos empezado a ignorarlas o no reconocerlas. Eso es lo que más me preocupa que me afecte.
-¿Has dudado de seguir?
-Nunca he sentido dudas de mi trabajo. Me he sentido cansada, devastada. En un ejercicio mental que hago en particular, creo que alejarte un poco hace que desaparezca. Me puede pasar que no quiero hablarlo, no escuchar sobre el tema. Que quiera llegar a mi casa y no saber lo que está pasando, pasar unos días así, por la tontería de creer que por alejarme no está pasando. Es un ejercicio necesario, para que el desgaste no te corrompa.
Lea También: Esteninf Olivarez: A veces lloro debajo de la máscara antigas
Indira cubría la fuente de política de alto nivel antes de las manifestaciones. “Creo que la protesta me obligó a ver la crisis en dos niveles y redimensionar cuál es el nivel más importante, ver que la mirada justa es la de las personas que son como nosotras, que pelean todos los días y no por poder, sino por vivir con justicia, con calidad, por no tener miedo”, manifestó la periodista.
“La historia real de este país no está en el Parlamento, ni en Miraflores, ni en el TSJ, ni en la Fiscalía. La historia real de este país está en la calle, con la gente, y debemos escucharla. La gente no es un contexto en la historia que contamos, la gente es la historia”.
Indira es agnóstica, por lo que no se encomienda a ningún santo antes de salir. Sin embargo, reconoció que, presa del miedo y recordando la devoción de sus padres a esa advocación, le ha pedido a la Virgen del Carmen “inconscientemente” que la cuide.
Lea También: Periodistas: Amenaza latente contra la mentira (+Testimonios)
Le gustan las fechas de cumpleaños de todas las personas y aquellas donde se celebren la vida. Su lugar favorito es casi tan amplio como su precisión para definir una fecha particular: El mar. “Te hace redimensionar todos los problemas de tu vida”, aseveró. También le gusta el campo, donde creció y de dónde proviene su familia.
Le gustan todas las personas, no selecciona una en particular. Igualmente, afirmó que come “de todo” y que el pollo frito debe ser su punto débil.
Este Día del Periodista representa para ella lo mismo que cada año. Una oportunidad de reflexión de qué se quiere hacer con el oficio.
“El periodismo me produce una admiración tremenda, cada día quisiera que el periodismo me definiera como persona, siento una admiración profunda por todos los periodistas. Se me olvida que soy periodista cuando veo a los otros, porque los veo como personas muy nobles. En este país es importante el aporte que hacemos, porque determina las historias, le permite a la gente verse ahí. Los periodistas están escribiendo la historia en una época muy oscura. En medio de la violencia, nos hemos convertido también los periodistas en eso que hemos odiado y condenado, y eso me preocupa”, sentenció.