La Policía Federal de Brasil entregó esta semana un informe ante la Justicia, en el que aseguran que hay indicios de que el presidente Michel Temer recibió sobornos por parte de distintas empresas.
El informe detalla lo anticipado ya por el fiscal general, Rodrigo Janot, quien ya prepara la denuncia formal contra el mandatario brasileño para solicitar su imputación.
Estos indicios forman parte de la confesión hecha por el presidente del imperio de venta de carne (JBS), Joesley Batista, quien acusó al primer mandatario de asociarse con el diputado Rocha Loures para recibir sobornos a cambio de contratos con el Gobierno.
Janot solo espera la experticia de la grabación realizada por el empresario a Michel Temer en la residencia oficial el pasado 7 de marzo, la cual no solamente contiene indicios de recepción de sobornos, sino que también ofrece pruebas de que Temer habría incurrido en obstrucción a la justicia.
Con respecto a esta acusación, la grabación revela que el Jefe de Estado del gigante sudamericano estaba de acuerdo con la supuesta intención de Batista de callar a dos jueces que investigaban hechos de corrupción asociados a su empresa.
Según medios locales, la próxima semana se podría hacer efectiva la denuncia de Janot contra Temer y el procedimiento pasará al Congreso, que es el organismo facultado para aprobar o no el enjuiciamiento del Presidente.
De conseguirse el voto favorable de los parlamentario, Temer vivirá lo mismo que Dilma Rousseff al ser separado de su cargo por un lapso de 6 meses. Sin embargo, el ahora Presidente tiene apoyo dentro del Congreso, hecho que no sucedió con Rousseff.