El Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha anunciado que va a suspender las importaciones de carne fresca desde Brasil. «Mi prioridad es proteger a los consumidores estadounidenses», ha dicho el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Sonny Perdue. La poderosa industria de la carne de vacuno de Brasil recibe así otro mazazo: el mayor mercado del mundo queda temporalmente vetado al vacuno, cuatro meses después del escándalo de marzo que reveló un esquema de fraude y corrupción en el control de calidad de la carne brasileña.
Con información de Globovisión
De acuerdo con el país norteamericano, la suspensión de los envíos va a permanecer hasta que el Ministerio de la Agricultura del Brasil adopte «acciones correctivas que el Departamento de Agricultura considere satisfactorias». El presidente brasileño, Michel Temer, en viaje en el extranjero, no se pronunciará sobre el asunto, según el Palacio de Planalto.
Desde que estalló la revelación de la red de corrupción cárnica, una veintena de países había puesto freno ya a la llegada de carne brasileña. Entre otros, China, la Unión Europea y Hong Kong. Estados Unidos ha estado analizando las importaciones con origen en Brasil y ha llegado a la conclusión de que es el momento de pararla en seco.
Los números son demoledores. Un 11% del vacuno de Brasil llegado a este país desde entonces ha sido rechazado por el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria estadounidense. Son 862.000 kilogramos de productos cárnicos tirados a la basura. La media de rechazo de cargamentos cárnicos extranjeros en Estados Unidos es del 1%.
En el comunicado emitido este jueves por el Departamento de Agricultura de EE UU se afirma que el veto cárnico a Brasil se justifica por «persistentes preocupaciones sobre la seguridad de los productos dirigidos al mercado» estadounidense. La decisión estará vigente, lee la nota, «hasta que el ministerio brasileño de Agricultura tome medidas correctivas satisfactorias».
El Gobierno brasileño había prometido resolver estas preocupaciones. Pero, al parecer, las soluciones no fueron satisfactorias. El Ejecutivo de Brasil llegó a suspender por cuenta propia cinco instalaciones que exportaban carne para los Estados Unidos.
Foto: Globovisión