Las autoridades estadounidenses —que meses atrás congelaron las millonarias cuentas del vicepresidente venezolano Tareck El Aissami— ahora enfocan la lupa sobre las finanzas de otro de los presuntos hombres fuertes del narcotráfico en ese país, Diosdado Cabello, ex presidente de la Asamblea Nacional, quien tendría al menos dos testaferros que manejan operaciones en Estados Unidos.
Por Antonio María Delgado / El Nuevo Herald
Fuentes cercanas a la situación dijeron a el Nuevo Herald que las investigaciones también han comenzado a centrarse en las finanzas y los activos en el exterior del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, y de las personas más cercanas a él, aunque no brindaron mayores detalles.
El gobierno estadounidense ha estado ampliando los casos y actualmente examina en detalle los círculos financieros de la estructura de lavado de dinero del narcotráfico de algunos de los máximos líderes del chavismo, centrándose especialmente “en los emisarios” que componen esa estructura y que son los que lavan el dinero del narcotráfico o de la corrupción, dijeron las fuentes.
“Las investigaciones sobre el narcotráfico en Venezuela han seguido avanzando y se han profundizado con la cooperación y la colaboración de nuevos testigos”, dijo una de las fuentes, que habló a condición de no ser identificada.
“Entre éstos están estos dos señores [los venezolanos Rafael Sarría y Pedro Fritz Morejón Carrillo] con claros vínculos con Diosdado Cabello”, dijo.
Sarría y Morejón fueron identificados recientemente en un informe sobre las operaciones del crimen organizado trasnacional en América Latina, que detalla cómo la corrupción y el narcotráfico se ha apoderado del Estado venezolano.
El informe, elaborado por el American Enterprise Institute (AEI), brinda detalles sobre las operaciones de Sarría y Morejón Carrillo en Estados Unidos. Los dos venezolanos no pudieron ser contactados a tiempo para comentar sobre el contenido del informe.
Las fuentes confirmaron que ambos venezolanos están bajo investigación.
Agregaron que los manejos económicos de Cabello y de las personas allegadas son examinados con el mismo grado de cuidado con el que se investigó a El Aissami y su presunto testaferro, el empresario Samark López, quienes fueron incluidos a inicios de febrero en la lista negra del Departamento del Tesoro.