Ante el proceso de consulta que lleva a cabo la oposición venezolana este domingo 16 de julio, cinco ex presidentes de América Latina arribaron al país para servir de veedores en esta jornada y además, aprovechar y reunirse con distintos sectores del país.
Ante la duda de si los dejarían ingresar al país, todos se mostraron seguros de lograrlo, cosa que, efectivamente lograron.
Claro, no todo fue tan «normal».
Para introducir una laptop, la aduana venezolana les pidió cancelar 350 dólares y las maletas de los ex mandatarios fueron minuciosamente revisadas.
Una vez en Caracas, el hotel donde se hospedan, en el este de la capital, estuvo custodiado por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
ENPaís tuvo la oportunidad de conversar, en exclusiva, con los ex presidentes costarricenses Laura Chinchilla (LC) y Miguel Ángel Rodríguez (MAR), por cierto, dirigentes de partidos contrarios en su Costa Rica natal.
-Ex Presidente, a pocas horas en el país, ¿cuál es su primera percepción sobre Venezuela?
MAR: Tengo pocas horas, además me he estado reuniendo con un grupo de pensamientos distintos de todo el país y por lo que veo, hay mucho entusiasmo; un entusiasmo que no me extraña porque es el entusiasmo que he visto reflejado, un entusiasmo realmente heroico de las mujeres y hombres de Venezuela que han venido por más de 100 días manteniendo su presencia en las calles para reclamar pacíficamente un retorno a la democracia, ese es un ejemplo para el mundo entero. No es fácil: la resistencia pacífica, la búsqueda de la solución por medios no violentos es la única vía al éxito de las sociedades pero es muy sacrificada. Aquí, ¿cuántas familias están lamentando la pérdida de uno de sus hijos, cuántas familias están dolidas porque está alguno de sus miembros en las cárceles, cuántas familias están dolidas porque han sido llevados a Tribunales Militares y no Civiles? Muchísimas y sin embargo, la presencia de la gente se ha mantenido buscando una solución democrática y ahora, la Asamblea Nacional que ha iniciado este proceso, nos llama a algo realmente muy inspirador que es decirle a la gente: vengan y voten ustedes, digan ustedes si quieren esta Constituyente o ustedes quieren otro tipo de soluciones, decidan ustedes. Me parece que eso es un ejemplo que está dándole Venezuela al mundo, los problemas de democracia se resuelven con más democracia no con violencia, no con imposición, sino pacíficamente.
-Sin embargo, el Gobierno no solo ha cuestionado sino que ha negado el carácter vinculante que pueda tener la jornada de consulta, ¿cuál es su opinión?
MAR: Bueno, eso no le quita ningún valor a la jornada. Si en la jornada un pueblo se manifiesta en una dirección y señalan sus decisiones y sus pensamientos, eso no lo puede borrar nadie. Es un hecho que se dio y es un hecho que representa una voluntad popular. Yo recuerdo que, durante mi relación personal con el ex Presidente Chávez, me tocó venir aquí la primera vez que ganó la elección y después, compartir con él en muchas reuniones y recuerdo que el Presidente Chávez siempre nos reclamaba a otros que nuestras democracias eran muy formales y que había que tener una democracia más participativa y que era la participación y la voz de la gente la que se tenía que oír. Pues, yo creo que no puede ser ahora distinta la respuesta a una manifestación de la gente que se de en este proceso.
-¿Cuál es realmente la expectativa que usted tendría para esta jornada, de un lado y del otro?
MAR: Uno, espero en nombre de Dios, que el presidente Maduro, el Ministro de la Defensa y el Ejercito venezolano no recurran a la violencia. Esa es la primera esperanza y esa esperanza es además, una oración mía a Dios para que eso no ocurra por el bien de Venezuela y de los venezolanos; espero que el pueblo asuma esta jornada. La Asamblea Nacional ha llamado al pueblo a que participe y sea quien decida, esta en mano de los venezolanos tomar las decisiones. Yo sé que puede haber miedo, puede haber consecuencias negativas para alguien participar pero si la gente no toma la decisión, pues, difícilmente otros la van a tomar por ella. Yo tengo una doble esperanza; una esperanza en la paz este domingo que sería mérito del Gobierno, del Presidente Maduro y del Ejercito, y una esperanza importante de los ciudadanos decidiendo libremente cuál de los dos caminos quiere seguir: quieren seguir el camino de ir a una Constituyente no democrática, no constitucional, no convocada por el soberano pueblo en un referéndum, si quiere ir a ese proceso para tener un sistema en el cual probablemente a lo que se llegue sea a un sistema en el cual se consolide un régimen dictatorial y no democrático, o, quieren tener una vida de respeto a la libertad, a la dignidad, a los derechos humanos, con todas las dificultades que eso implica.
-Usted habla de que se puede consolidar, con una posible Constituyente, un régimen dictatorial, ¿cómo califica hoy al Gobierno venezolano?
MAR: Como un Gobierno no democrático donde no hay división de poderes, donde el gobierno actúa violentamente contra los ciudadanos en las calles, donde no han abierto canales humanitarios para el ingreso de alimentos y medicinas que la gente está demandado, donde hay presos políticos, donde se juzgan en los Tribunales Militares a los civiles, eso no es una democracia.
-¿Y cuál es la diferencia entre un “régimen no democrático y una dictadura?
MAR: Yo diría que esto ya es una dictadura pero una cosa es una dictadura que está actuando contra sus propias normas, es decir, una Constitución y otra, es una dictadura que se afianza en una Constitución que establece un Gobierno dictatorial. En Cuba, hay un partido único, en esa Constitución establece que el partido único es el comunista y que es el único que puede ir a elecciones y puede señalar los caminos. Es una dictadura pero no está cobijada o tratada de ser disfrazada por una careta de democracia.
-Desde su óptica como ex Presidente, ¿usted considera que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro al día de hoy está débil, está fortalecido o está resistiendo?
MAR: Bueno, si usted ve las encuestas, el apoyo al gobierno es bajo, muy, muy bajo. El resultado de la última consulta popular de la última elección del 6 de diciembre del 2015, dos tercios los ganó la oposición. La fuerza que tiene el gobierno, hoy en día, son los colectivos y el apoyo de las Fuerzas Armadas, de manera que eso responde su pregunta.
-Pero el gobierno se mantiene en el poder…
MAR: Si usted tiene la fuerza de las bayonetas, usted puede mantenerse en el poder pero hace muchos años ya se dijo que, si usted se sentaba en las bayonetas, al final se le clavaban.
-¿Usted tiene previsto reunirse con el dirigente opositor Leopoldo López?
MAR: Le hemos escrito al Presidente Maduro para que nos autorice a ver a Leopoldo en su prisión domiciliaria, lo mismo que al alcalde Ledezma. Esperamos que eso se pueda dar.
-¿Tiene previsto también reunirse con el Presidente Nicolás Maduro?
MAR: Le hemos pedido una cita al Presidente Maduro pero no hemos tenido respuesta.
-La reciente decisión de casa por cárcel a Leopoldo López ha abierto de nuevo estos rumores sobre una posibilidad de negociación o diálogo entre gobierno y oposición donde el Ex Presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero estaría jugando un papel importante, ¿me gustaría conocer su opinión respecto a esta posibilidad de volverse a sentar gobierno y oposición y si ustedes estarían dispuestos a estar como mediadores?
MAR: Todos debemos estar dispuestos a ayudar y a facilitar una salida a esta situación y yo creo que las reglas del juego las puso muy claramente el Secretario de Estado del Vaticano, Monseñor Parolin en diciembre del año pasado cuando señaló que hay que cumplir con lo que se había estado hablando: devolver a la Asamblea Nacional sus competencias, un camino para el ingreso de alimentos y medicinas, la ayuda humanitaria al país, la liberación de los presos políticos y parar la violencia; yo creo que ahí están las reglas para que pueda haber un diálogo. Ese diálogo no va a depender de Rodríguez Zapatero o de Rodríguez Echeverría, ese diálogo va a depender de que las partes cumplan con sus compromisos y eso lo ha señalado muy claro el Vaticano.
-¿Qué salida puede tener Venezuela, cuando las partes no se reconocen entre sí y cuando los propios ciudadanos consideran que un posible escenario de negociación sería como una entrega de sus principios?
MAR: En la solución democrática, las reglas de la mayoría: la votación. Es la única solución cuando hay este tipo de problemas.
-Pero, precisamente los oficialistas piensan que es una votación lo que se va a hacer este 30 de julio y los opositores piensan lo mismo sobre la jornada de este domingo
MAR: Veamos los resultados, esperemos a los resultados.
-¿Dónde nos puede colocar un escenario donde haya dos Constituciones e incluso hasta dos Gobiernos?
MAR: Bueno, esas son situaciones que no se han vivido en el mundo, por primera vez ahora, muchos países han pasado por eso y han tenido que encontrar en la conciliación, en sus intereses comunes y en el respeto a la dignidad, a la libertad de las personas y a los derechos humanos, el camino a la solución.
-¿Usted cree que Venezuela pueda entrar en una guerra civil?
MAR: Yo espero que no, sinceramente espero que no. Sería muy cruel, terrible para este país. No es algo que deba darse en el siglo XXI en América. Yo estoy convencido y estamos aquí para ayudar a que eso no ocurra.
-Como ex Presidente, ¿qué consejo le daría al presidente Maduro?
MAR: Yo no puedo darle consejos al presidente Maduro. Todo lo que le puedo decir al Presidente Maduro es que la historia demuestra que, quien se mantiene solo con la fuerza, acaba siendo arrollado por la fuerza.
Por su parte, la ex presidenta Laura Chinchilla, quien ya ha venido en escenarios similares al país, nos comentó lo siguiente:
-¿Cuál es la labor fundamental o el objetivo principal de su visita al país?
LC: Bueno, tenemos una invitación que agradecemos mucho cursada por parte del Presidente de la Asamblea Nacional para acompañar el proceso plebiscitario que tiene lugar este domingo.
-¿Cuál va a ser su papel durante esta jornada?
LC: Nuestro papel fundamental será el acompañamiento. Acompañamiento quiere decir, tratar de, obviamente, traer a partir de nosotros las voces de apoyo y solidaridad de más de 35 miembros que tiene la Organización IDEA que son ex presidentes de Ibero América. En segundo término, ayudarlos a ellos a llevar un poco el mensaje a la opinión pública internacional de la importancia que tiene este proceso y pues, también, un poco palpar de primera mano lo que vaya a acontecer este domingo.
Tenemos un programa muy intenso; vamos a estar mucho en reunión con representantes de partidos políticos, de la sociedad civil, de las Iglesia y visitando algunos de los puestos que se han habilitado para la votación.
-¿Qué espera para este 16 de julio?
LC: Bueno, lo que nosotros esperamos que ocurra es que los venezolanos salgan a votar. Es quizás, la elección más importante de la historia institucional de Venezuela porque es una votación que, si bien está sustentada en un mandato constitucional, cual es que antes de cualquier Constituyente hay que consultarle al pueblo, a pesar de ello, ocurre en un clima de mucha tensión, en un clima de un gran desgaste del régimen que está gobernando, en un clima, obviamente también, de desincentivo para que la gente acuda a votar pero que es una votación que se vuelve vital no solo para el futuro de la democracia aquí en Venezuela, sino de la democracia, yo diría, que a nivel hemisférico.
-Sin embargo, ha habido una diatriba entre Gobierno y Oposición respecto al carácter vinculante de esta consulta, ¿cuál es, primero, su opinión y segundo, no temen que pueda pasar algo con Ustedes aquí, entendiendo que a los ojos del Gobierno ustedes pudieran estar viniendo a promover un delito?
LC: Vamos a ver, en primer termino, la consulta es absolutamente legitima, no solamente está respaldada por lo que la actual Constitución dicta sino que además, está siendo convocada por el primer Poder de la República, que es el Poder de cualquier país, que goza de mayor legitimidad como lo es el Poder Legislativo. En segundo termino, más allá de los formalismos, lo que importa en este momento en Venezuela es lo que la gente está diciendo, lo que la gente siente y como la gente se pronuncie; si este domingo salen los venezolanos a ejercer su derecho a manifestarse no hay la menor duda que cualquier formalidad de la que pueda echar mano el Gobierno, quedará absolutamente superada por esa voluntad que se exprese en las urnas, que se han organizado para el plebiscito.
En lo que respecta a nosotros, ustedes comprenderán que es lo de menos. Es decir, por nosotros nadie se tiene que preocupar; en este momento, más bien al contrario, nosotros estamos preocupados por el pueblo de Venezuela, la opinión pública internacional está preocupada por el pueblo de Venezuela y no creo que puedan tomar ningún tipo de medidas represivas. Venimos en una misión de paz, en una misión cívica, no portamos armas ni ningún tipo de discurso que incite a la violencia. Nuestras únicas armas son nuestras convicciones democráticas y por eso es que estamos aquí.
-Ustedes señalaban cuando llegaron al aeropuerto que la Comunidad Internacional estaba pendiente de Venezuela, sin embargo, han habido sucesivos intentos, por lo menos, con lo que respecta a la Organización de Estados Americanos para discutir sin llegar a algún tipo de solución, ¿a qué se debe esto?
LC: Efectivamente, la gente dice que faltan esos votos para que las sanciones se aprueben pero vamos, volvemos un poco a las mismas dilemas que se presentan a lo interno de Venezuela. A veces, los formalismos cuentan y ciertamente, son una buena señal para quienes están luchando por causas juntas. Pero, cuando el rechazo y el repudio empiezan a crecer, no hay mayor premio para quienes están luchando ahorita por Venezuela.
En el seno de estos organismos colegiados se ha visto cómo ha mejorado la votación a favor de la democracia en Venezuela. Ya en la ultima sesión de la OEA fueron 20 votos que se obtuvieron y el régimen, solamente tuvo cinco con todo el dinero que han repartido en la región. Eso dice mucho de la lucha que se ha librado.
-Su opinión con lo que viene ocurriendo con la Fiscal General de la República, quien atraviesa por un antejuicio de mérito luego de pronunciarse contra la Constituyente
LC: Más allá de los pormenores, aquí lo importante es lo simbólico de su disidencia, porque es una clara disidencia del régimen. Una persona que, hasta hace muy poco estaba condenando a los disidentes políticos, hoy abandona el régimen y eso es importante y es un hecho positivo. Y hay que reconocerle además, que esta enfrentando con valentía las amenazas que hoy esta viviendo.
Es un caso que, estoy segura, se va a venir repitiendo de aquí en adelante. Cada vez se van a ver más disidencias.
Pero, ¿lo califica de disidencia o de una postura institucional la de la Fiscal?
LC: Cuando hablo de disidencia hablo del régimen actual que esta gobernando. Ella ha decidido, para separarse del régimen, tomar decisiones institucionales y eso es reconocer lo que esta del lado de la legalidad. Y creo que, finalmente es lo que ocurrirá con el Ejército. Ponerse del lado de la defensa de la Constitución vigente, es más, de la Constitución chavista porque quienes van a violar esa Constitución chavista es, precisamente, el régimen de Maduro que esta convocando una Asamblea Constituyente a espaldas de lo que la Constitución misma establece.
-¿Hasta cuándo tienen pensado quedarse en el país?
LC: Salimos el lunes al mediodía. Esperamos dar al una conferencia antes sobre el proceso.
-¿Piensan regresar para el 30 de julio?
LC: No. Es un proceso al que nosotros no vamos a venir a cohonestar con nuestra presencia. Obviamente, estaremos pendientes de las denuncias como hasta ahora y confiamos en que el paso de este domingo pueda disminuir la importancia del proceso que esta convocando el gobierno este 30 de julio.
–De darse esta Constituyente, a su juicio, ¿cómo amanecería Venezuela el 31 de julio?
LC: Si el gobierno hace oídos sordos a lo que viene pasando, no hay duda que vienen muchos día duros y complejos para Venezuela. Prefiero no establecer escenarios contundentes y seguir apostando a que esa voz resuene con fuerza este domingo y que el régimen recapacite.
-¿Cómo califica la situación de Venezuela hoy en día?
LC: Dramática, profundamente dramática, triste, trágica. No recuerdo un escenario similar en América Latina en las últimas tres décadas.
-La Conferencia Episcopal así como la oposición y distintas ONG´s han calificado al gobierno como una dictadura, ¿ustedes apoyan ese término?
LC: Me parece que la Conferencia Episcopal ha dado enormes muestras de coherencia. Siento que allí, los venezolanos tienen un gran referente.
-Sin embargo, muchos se preguntan y cuestionan cómo si esto es una dictadura, ustedes están aquí y se dan procesos como el de este domingo.
LC: Bueno, porque uno de los elementos más importantes de cualquier dictadura es el cinismo. Se adquiere una actitud donde se juega con las imágenes, la comunicación. Hay momentos en que lanzan señales para tratar de generar situaciones favorables para la libertad de expresión. Se sueltan unos presos por acá o por allá, se llama a un diálogo por acá o por allá pero vaya, ya son muchos años en ese juego y pareciera que, los venezolanos ya comprendieron el cinismo con el que se actúa.
-Usted toca el tema del diálogo, y hace unas semanas se otorgó una medida de casa por cárcel al dirigente Leopoldo López que han avivado escenarios de una posible negociación entre Gobierno y oposición donde estaría el ex presidente Zapatero jugando un papel fundamental, ¿qué piensa al respecto y, ustedes estarían dispuestos a servir también como mediadores ante este escenario?
LC: Quien puede decir que no al diálogo, a la mediación. Aquí el problema es, como dice el refrán, que tanto da el cántaro hasta que se revienta. Eso es lo que ha pasado con el concepto de diálogo en Venezuela. Tanto han sido las veces que ha sido burlado, que no se han cumplido los acuerdos que ya nadie cree en el diálogo. Por lo menos, no en los términos en los que esta planteado ni tampoco con los vehículos que han sido usados.
Así que, habría que pensar en situaciones muy diferentes como para que algo así pueda ocurrir. Y creo además, que lo único que puede mover al régimen de Maduro a una verdadera negociación es por la vía en la que lo ha estado haciendo el pueblo venezolano las últimas semanas, es decir, con el pueblo en la calle.
-Sin embargo, aún así, se necesitaría de una negociación
LC: Siempre. La negociación no ha estado descartada. Yo no veo ninguna instancia que lo haya hecho. Como no se ha descartado la salida institucional a la crisis. Si no, no se hubiese convocado a este plebiscito y ya habría un montón de gente convocando a las armas en este país. A mi me parece que nadie ha descartado ese escenario (negociación) pero tiene que ser sobre supuestos muy diferentes a los que se han manejado hasta el día de hoy
-¿Cómo cuáles?
LC: Como que, de partida, se cumplan las condiciones que nunca se cumplieron en favor de los grupos opositores. Y el primero, la cancelación del proceso Constituyente y la convocatoria de los procesos electorales en condiciones justas.
-¿Tienen pensado reunirse con Leopoldo López?
LC: Hemos solicitado reuniones con muchos sectores que, a nuestro criterio, son importantes. Pero también solicitamos con el Presidente Maduro y con los presos políticos. No sabemos si se nos van a conceder unas y otras.
Nos encantaría llevar un mensaje honesto y franco al presidente Maduro.
.¿Qué le diría al presidente Maduro si tiene la oportunidad de reunirse con él?
LC: Muy probablemente le reiteraríamos pero ahora, con mucho mayor énfasis, lo que en su momento le dijimos cuando vinimos a observar las elecciones parlamentarias en 2015: presidente Maduro, tienda una mano a la negociación pero ya, en estos momentos, sobre supuestos muy diferentes. Cumpla y de una señal clara, inmediata, contundente. No le haga más daño a Venezuela.
No hay manera de entender cómo una persona puede aferrarse al poder por el poder. El poder siempre esta en función del bienestar de la gente.
-Precisamente, usted fue presidente de un país, y tuvo detractores, ¿Cómo se maneja desde esa perspectiva, desde el poder?
LC: Es que, el poder cuando se ejerce en el marco de una democracia que funciona como tiene que funcionar, es decir, con partidos de oposición, con mecanismos de control, jurisdiccional, con una prensa que escruta todo lo que uno hace, pues, es un poder, yo se que sonará absurdo, pero es un poder humilde, es un poder que tiene que reconocer cuando se equivoca y echar para atrás decisiones y que entiende que, la única manera de sobrevivir es dialogando permanentemente.
-¿Venezuela está al borde de una guerra civil?
LC: Yo creo que la vocación del pueblo venezolano es una vocación de paz y en eso, resulta muy similar a la del pueblo costarricense. No somos pueblos que recurrimos a las armas fácilmente. Creo que el pueblo venezolano sigue buscando las formas para solucionar esto de manera pacífica. Lo que acontece este domingo es prueba de ello.
Pero tarde o temprano se puede agotar la paciencia y los grupos radicales son los que se van a imponer.
-Vino en 2015 para unas elecciones parlamentarias, dos años después, ¿cómo ve a Venezuela?
LC: La veo con mucha tristeza. Pienso que se perdió esa gran oportunidad. En un momento en que el pueblo decía: quiero un balance en el ejercicio del poder y le dio un apoyo mayoritario a la oposición, era para que se hubiese generado ese diálogo con consecuencias que no se generaron. Ahora, se están pagando esas consecuencias.
Foto Gabriel Bracho