Al ciudadano de a pie hay que revelarle la realidad de una democracia que no tiene posibilidad de restaurarse sin la tutela de Estados Unidos y Europa, poderes determinantes que no quieren un cambio inmediato en Venezuela sino respeto a los poderes legítimos, restablecimiento de los lapsos electorales marcados en la Constitución y unos comicios limpios -o sea, sin las fétidas comadres del CNE.
La Unidad Democrática vivió el miércoles 2 de agosto su peor momento. Sobrevivió con indisimulables daños, los más importantes de los cuales pudieran ser la demostración de que nuestros dirigentes no son tan nobles como se necesita y el venezolano de a pie aún no ha aprendido todo lo que tiene que aprender del ineludible tema político -la culpa es de quienes debemos enseñarle y en vez de eso nos acomodamos agradándole con medias verdades.
Ocurre que el próximo lunes en la pocilga del CNE deben inscribirse los partidos validados en la votación de principios de año, lejano paso previo a unas elecciones que empezarían con las de alcaldes y gobernadores que estos delincuentes que nos tienen secuestrados se niegan a realizar. Por supuesto, quienes no han podido montar un partido -como Antonio, mi querido Antonio, mi heroico Antonio, y mi admirada María Corina, la «odd cuple» del momento- gritaron que inscribir un partido en el CNE es traición a la democracia, tema que fue promovido por delincuentes con sus propias razones, a quienes me referiré más adelante en esta crónica. Estos apreciados dirigentes a quienes las circunstancias sacaron de la foto parecen ignorar que llegar a presidente sin partido es como pescar tiburones sin arpón. Razón por la cual las únicas personas que, como hoy está el escenario, tienen posibilidad de sentarse en la silla, son Borges, López y Ramos -dichos en orden alfabético, no de posibilidad o de preferencia por parte de este arrecho cronista.
Henry Ramos Allup, quien es de todo menos prudente, entrevistado por Vladimir Villegas dijo al pasar, apenas segundos en un programa donde el tema fue Smartmatic, que AD se inscribiría en el CNE. Normal, puesto que fue el partido que más votos sacó en aquella validación de principios de año, lo cual no significa necesariamente que tiene más adeptos pero sí que tiene lo que AD siempre ha tenido: el mejor aparato, que en política es como tener el mejor arpón, dicho sea siguiendo el símil del pescador de tiburones que me parece apropiado para hablar del peligroso mar que es la política.
La oportunidad fue aprovechada por hampones aristocráticos para quienes Ramos Allup es un obstáculo porque los denunció en uno de esos arranques que al adeco le dan. Estos delincuentes defraudaron a la nación subiéndose a operaciones cambiarias del neo-chavismo urdidas para saquear dólares del erario público. Ahora, disfrazados de opositores, ponen dinero en cualquier candidato que les proteja cuando regresen a Venezuela. De Ramos Allup sólo pueden esperar cárcel, por lo cual para desprestigiarlo han montado un costoso laboratorio en twitter y en el submundo del periodismo famélico. De estos defraudadores, divididos en varias bandas, salen financiamientos como el de una fantasmal candidatura snob que está dando de comer a mucho parásito venezolano arruinado por los altos costos de la vida en Miami.
Borges y López, los otros dos venezolanos con chance de ser presidentes democráticos, han sugerido que no inscribirán sus partidos en el CNE; pero después de sugerirlo ha bajado la ola de incomprensión provocada y el reflujo de opinión les puede ser costoso. En todo caso, no les será indispensable tener sus partidos inscritos en el CNE, porque allí están inscritos de antemano la MUD y el PSUV, los dos que sacaron más votos en las elecciones parlamentarias -el requisito de validar fue impuesto por las fétidas rectoras al resto de los partidos. Eso resulta paradójicamente favorable a la unidad, pues Primero Justicia y Voluntad Popular quedarían obligados a permanecer en la MUD, lo cual es vital para el triunfo y sería lo mejor para ellos y para la república.
Julio Borges hace encomiables esfuerzos por no caer en la mentira. Entrevistado por César Miguel Rondón ratificó, palabras más palabras menos, que Estados Unidos oficialmente ha dicho que no apoyaría un gobierno de transición sino una normalización de los lapsos marcados en la Constitución. Europa ha dicho más o menos lo mismo. Y debe tenerse en cuenta que la democracia venezolana no será posible sino con la tutela de esos dos gigantes. No es que eso me guste, es el resultado de haber votado por Chávez en 1998: la pérdida de la soberanía que ahora tendremos que ir recuperando centímetro a centímetro, y eso después de salir de quienes la destriparon, y manteniendo la unidad.
Sobre López, debemos esperar que en el sufrimiento haya aprendido.
El próximo gobierno democrático ha de ser de unidad o durará un suspiro. Como están las cosas al momento de escribir esta nota, los tres pescadores con arpón deben gobernar a Venezuela en el proceso de su recuperación, sin exclusión de quienes tienen arpones más chiquitos, mejor sin exclusión de nadie, porque este país de todos tenemos que hacerlo todos.