Matanza en cárcel de Amazonas
37 privados de libertad muertos fue el saldo que dejó una reyerta en los calabozos del centro de detención judicial de Amazonas, en el que también resultaron heridos al menos 15 efectivos entre policías y militares. Al hospital de Puerto Ayacucho acudieron familiares de los internos quienes aguardaban para conocer si sus seres queridos habían fallecido o no, y así esperar la entrega de los cadáveres.
La madrugada del martes una comisión del Ministerio del Interior y de la Guardia Nacional intentaron tomar el recinto para realizar una requisa, pero una detonación presuntamente de un explosivo aunado a la oscuridad pudo haber generado el fuego cruzado.
Tanto el Ministro del Interior como el Gobernador de la entidad se acusaron entre ellos de ser los responsables. El Ministerio Público designó a los fiscales Cuarto de derechos fundamentales y Primero de delitos comunes para investigar y determinar las responsabilidades.
Asedio al Fiscal Zair Mundaray
Funcionarios del Sebin se presentaron en dos oportunidades durante esta semana afuera de la quinta San Gerardo ubicada en la calle Luxemburgo de La California, propiedad del Director de actuación procesal del Ministerio Público Zair Mundaray, y de su esposa Agnedys Martínez. Los efectivos de inteligencia han pretendido allanar la casa de los abogados sin presentar una orden judicial, y sin identificar a la persona que están buscando.
Martínez señaló que la única forma que permitiría el ingreso de los policías es si le presentan una orden emitida por un juez de control, con nombre, apellido y cargo de los que ingresaría.
La cónyuge del Fiscal también señaló que los uniformados no les dijeron a quién buscaban, cuál es el número de causa o investigación, ni que tribunal lleva la investigación. “Ni ellos tienen claridad ni que buscan, ni que es lo que pretenden aquí en mi hogar”, señaló, además de desconocer el paradero de su esposo.
¿Dónde está el dinero para el aumento de los policías?
“De manera inmediata” y atribuyéndose ser un “padre protector de los policías de la patria” el presidente Nicolás Maduro Moros aprobó y autorizó el pasado 14 de julio, el aumento en un 85 por ciento de todas las tablas salariales para la PNB y el Cicpc, con un total de 178 mil millones de bolívares, de acuerdo a lo dicho por el jefe del estado. En ese mismo acto, Maduro también anunció el incremento para las policías estadales y las policías municipales.
Lo cierto es que, hasta la fecha los encargados de velar por la seguridad y resguardo de los ciudadanos y los bienes, incluyendo los patrimoniales, así como los que tienen la responsabilidad de la investigación penal, no han podido adquirir ni disfrutar de ese aumento, y mientras tanto, la inflación les deteriora su calidad de vida, o en otros casos los incita a desviarse en el camino, ya que hay muchos que cobran menos que el salario mínimo.
El parque automotor en muchas instituciones es precario, en algunas hay cementerios de patrullas, y en el Cicpc los funcionarios de las divisiones se piden la cola para ir a los sitios de los sucesos porque algunas dependencias no tienen vehículos para trasladarse. Por cierto, en una próxima entrega informaremos que ha pasado con dinero que aprobó el Ministerio del Interior en materia de seguridad para los diferentes cuerpos de seguridad según decreto 2.900. ¿Habrán llegado a las alcaldías?
Polichacao detuvo al homicida de dos secuestradores
En el municipio Chacao, funcionarios de la policía local realizaron la aprehensión de como Melvin Jhon Uribe de 36 años de edad, quien según versión policial se corredor de seguros. El hombre fue esposado por los uniformados luego que presuntamente perpetrara un doble homicidio, cuyos occisos eran hermanos y fueron identificados como Henry Collante Sosa y Juan Collante Sosa, ambos familiares poseen prontuario policial y estaban solicitados por la División Contra Extorsión y Secuestro del Cicpc.
Tras las previas averiguaciones, trascendió que la causa del hecho punible fue por ajuste de cuentas de tiempos atrás, el victimario era de confianza de los fallecidos, y no le disparó a los funcionarios porque no era el objetivo, de hecho al ser observado con el arma en su mano, al ver a la autoridad descendió la pistola y se entregó.