La corrupción es el mal sistémico que ha creado una crisis institucional y de partidos políticos a nivel mundial. En el caso de Latinoamérica, esta grave afección tiene nombre y apellido: Marcelo Odebrecht. El brasileño, dueño de una constructora que lleva su nombre, corrompió por igual a dirigentes de derecha y de izquierda, comprobando de esa manera que el bolsillo no tiene ideología. En Venezuela, el escándalo que cabalga por todo el continente salpica directamente a Nicolás Maduro, según Euzenando Prazeres de Acevedo, el hombre que estaba al frente de las operaciones de la transnacional en Venezuela.
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La Fiscal General Luisa Ortega publicó en su página web un video que le proporcionó su colega brasileño, en el cual Acevedo revela que financió la campaña presidencial de Maduro por un monto de 35 de millones de dólares. Según el ex presidente de Odebrecht en Venezuela, el encargado de pedirle el aporte fue Américo Mata, quien estaba al frente del Instituto de Desarrollo Rural de Venezuela (INDER). El enviado madurista habría ofrecido a cambio, según las investigaciones adelantadas por Oortega, privilegios en los pagos de contratos suscritos entre el gobierno de Hugo Chávez y Odebrecht.
Mata, según Acevedo, habría solicitado 50 millones de dólares para la campaña, pero Maduro terminó recibiendo «solo» 35 millones de dólares. Este es el mismo mandatario que esta semana clamó que los venezolanos están «jodidos pero felices».
Respaldo mundial al voto
Algunos personajes que aseguran ser opositores se movilizaron hasta última hora para impedir el voto de este domingo, pero todo indica que el el porcentaje de participación será elevado para este tipo de comicios. Así lo entendió la comunidad internacional, movilizada en los últimos días para animar a los venezolanos a votar en lo que se perfila como un plebiscito oficial sobre el régimen de Maduro, aunque nadie se atreva formalmente a darle este carácter tras lo ocurrido en diciembre del 2013.
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Los presidentes Juan Manuel Santos (Colombia) y Pedro Pablo Kuczynski (Perú) no solo llamaron a votar sino aseguraron que hacerlo este domingo no es convalidar a la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, entendiendo que la misma no fue la que convocó sino el Consejo Nacional Electoral, el organismo facultado para eso. Si lo hizo por orden de ese parapeto manejado desde el Palacio de Miraflores, es otra demostración de la falta de independencia de los poderes públicos venezolanos, pero esta es una situación que ha venido enfrentando la oposición desde comienzos de la administración Chávez. Por otra parte, las elecciones regionales son letra de la Constitución Nacional, por lo que cumplir este domingo es cumplir con la misma.
Por otra parte, el secretario general de la OEA y el secretario de Estado de Estados Unidos Rex Tillerson se reunieron a final de semana para tratar el tema de las regionales venezolanas y coincidieron en que se debe votar, aunque llamaron al régimen a garantizar que los comicios sean libres y justos.