Rusia apoya actuaciones del gobierno venezolano. Mientras Henri Falcón, en Lara, y Alejandro Feo La Cruz, en Carabobo, reconocieron su derrota, la mayoría de candidatos de oposición denuncian fraude y hablan de impugnar aunque saben que no hay instancias confiables.
Por JAIME GRANDA
Cinco días después de las elec-ciones regionales, en medio de los dimes y diretes, evaluaciones y valoraciones tempranas, lo único que luce claro es que lejos de solventar todos sus problemas, la oposición venezolana se ha complicado.
Decir que la Mesa de la Unidad está desunida ya es un lugar común, después de las contradicciones evidentes entre sus voceros, antes y después del proceso electoral del pasado domingo.
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Mientras Henri Falcón, en Lara, y Alejandro Feo La Cruz, en Carabobo, reconocieron su derrota, la mayoría de candidatos de oposición denuncian fraude y hablan de impugnar aunque saben que no hay instancias confiables.
Algunos analistas advierten que no deben repetir lo del 15 de agosto de 2004 después que se dieron los resultados del referendo revocatorio y la oposición denunció fraude, pero nunca presentaron las pruebas ofrecidas.
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Otros, entre ellos Froilán Barrios, vocero de Movimiento Laborista, alertan que «para enfrentar con éxito a este engendro gubernamental, se requiere reconocer plenamente al monstruo, derivado en dictadura, y este tipo de regímenes no adquieren ese carácter gratuitamente, lo ejercen y lo ejecutan con saña y placer, además se gozan descaradamente, el dolor ajeno».
Ya es innegable que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) por si sola es incapaz de superar los obstáculos del régimen. La oposición tiene que unirse y aceptar a los disidentes del chavismo. Compartir estrategias con ellos y con todos los grupos que surjan. Para ello es necesario que todos entiendan que primero deben salir del proyecto chavista y luego pensar en candidaturas a la presidencia de la república. Tampoco se puede negar que el régimen y sus asesores extranjeros han logrado manipular a gran parte de la oposición sin mayores contratiempos.
La mayoría de venezolanos acepta la solidaridad de la Unión Europea, del Grupo de Lima, La Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y otras instituciones que tratan de ayudar ante la crisis de este país.
En medio de todo eso, Luis Almagro, secretario general de la OEA, dijo el lunes: «No vamos a pronunciarnos sobre las irregularidades del proceso, dado que las mismas repiten variables de ilegalidad, incertidumbre y fraude que ya hemos venido denunciando desde nuestra primera comunicación a la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, en noviembre de 2015. No se pueden reconocer los resultados de una elección en un país en el cual no existen garantías para el ejercicio efectivo de la Democracia. Ninguna elección en Venezuela dará garantía a los electores a no ser que se realice con observación internacional. Es muy claro que cualquier fuerza política que acepta ir a una elección sin garantías se transforma en instrumento esencial del eventual fraude, y demuestra que no tiene reflejos democráticos como para proteger los derechos de la gente, en ese caso, el voto, para generar una recomposición democrática en el país, la dirigencia política opositora deberá unirse a la gente y a los pocos líderes que, en consonancia con sus principios, entendieron en todo momento que la ciudadanía de Venezuela quiere libertades y no está dispuesta a seguir las reglas de la dictadura».
Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática (AD) y vicepresidente de la Internacional Socialista, rechazó esa declaración y exhortó a Almagro a repensar su declaración, ya que «la propia comunidad internacional sabe que participar en estas condiciones es una situación terrible».
El miércoles, Antonio Ledezma, María Corina Machado y Diego Arria, en representación del grupo Soy Venezuela, emitieron un comunicado titulado: «Solidarios con el Uruguayo más venezolano».
Allí plantean que «los venezolanos a quienes nos anima lograr el rescate de la libertad manifestamos nuestro agradecimiento al Secretario General Almagro y nuestro reconocimiento y admiración por sus acciones y posiciones claras, firmes y solidarias con el pueblo venezolano. Almagro se ha convertido en el más grande defensor de la Constitución de las Américas representada por la Carta Democrática Interamericana. Por esta razón expresamos nuestra absoluta solidaridad con sus declaraciones principistas las cuales agradecemos, valoramos y compartimos».
Los ex jefes de Estado y de Gobierno participantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) también respaldaron lo expresado por Almagro y pidieron a la comunidad internacional que sancione al Gobierno de Nicolás Maduro porque en Venezuela «no existen garantías para el ejercicio efectivo de la democracia».
A eso hay que agregar que mientras la MUD ordenó a los gobernantes de oposición no juramentarse ante la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente, los cinco electos el domingo estaban sopesando la posibilidad de aceptar esa vía ante el rechazo de los Consejos Legislativos regionales en poder del chavismo.
Henry Ramos Allup teme que todo lo ocurrido genere «cierto desánimo» en comicios futuros y admitió que la oposición tendrá que decidir si participa en las elecciones municipales y luego en las presidenciales.
La presencia rusa
El lunes pasado en el programa Poder Latino del canal colombiano NTN24 se planteó que la influencia de Irán, Rusia y Cuba en Venezuela es cada vez más evidente.
El exfiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI),jurista argentino Luis Moreno Ocampo, fue relevado de la investigación iniciada por la OEA contra el gobierno de Venezuela por violaciones a los derechos humanos, debido a una campaña en su contra y en contra de la CPI que muchos sospechan es promovida por Rusia.
Esa sospecha quedó reforzada con el apoyo ruso a los resultados de las elecciones del domingo en Venezuela. La cancillería rusa emitió un comunicado en el que celebró que esas elecciones se hayan desarrollado «en un ambiente tranquilo» y con una alta participación que sobrepasó el 60% de electores.
El comunicado agrega que «se demostró la adhesión de la población a las formas civilizadas, principalmente electorales, como resolución de los desacuerdos políticos».
Para Rusia, esas elecciones «están destinadas a marcar un nuevo paso hacia la consolidación de la sociedad. Esto es necesario para resolver los asuntos económicos y sociales impostergables que enfrenta el país».
El gobierno ruso lamenta «la negativa de la oposición a reconocer los resultados de la votación, la reanudación de las protestas callejeras y el fortalecimiento de las sanciones internacionales conllevan una carga peligrosa» que pueden «romper» el escenario de compromiso emergente, y conducir a una nueva etapa de hostilidades y confrontación.
Por todo eso, el gobierno ruso instó «a las fuerzas políticas de Venezuela a que se abstengan de acciones violentas y de provocación. Es imperativo continuar el diálogo constructivo sobre la base de las normas democráticas y la legalidad constitucional».
La cancillería rusa también dijo: «Es necesario apoyar activamente las iniciativas de negociación entre el Gobierno y la oposición y no permitir intentos de interferencia destructiva externa. Resulta obvio que la presión por medio de la fuerza y de las sanciones contra Venezuela resulta contraproducente».