Astros esperaron 56 años para coronarse campeones

Los Astros de Houston alcanzaron su primer título de Grandes ligas en 56 años de historia de la divisa, al derrotar a los Dodgers de Los Ángeles en el límite de 7 juegos. Los siderales en el partido decisivo sacaron a relucir un hermético pitcheo, para silenciar a la poderosa toletería de los esquivadores, a los cuales derrotaron con marcador de 5-1.

Por ALFREDO CONDE

Los Astros de Houston lo hicieron. En lo que significó su temporada número 56, alcanzaron su primer título en las Grandes Ligas, al derrotar en 7 vibrantes desafíos a los Dodgers de Los Ángeles.

Los siderales de este 2017 contaron en sus filas con los venezolanos José Altuve y Marwin González, quienes entran de esta manera en la historia de la franquicia en letras doradas, porque además ambos jugaron en calidad de regulares en el lineup diario del manager A.J Hinch, quien en sus años de activo fue cátcher (1998-2004) y que le dio a Houston el gallardete en su tercera zafra con las riendas del club.

Lea tambiénJosé Altuve: un rey con tres coronas

Ahora son siete las franquicias que jamás han podido ganar un título en las Mayores: Nacionales de Washington, Cerveceros de Milwaukee, Marineros de Seattle, Rangers de Texas, Rays de Tampa Bay, Rockies de Colorado y Padres de San Diego.

La Era Hinch

Los Astros de Houston, como se recuerda, jugaron en la Liga Nacional hasta el 2012 y era uno de los peores equipos del viejo circuito con un oscuro registro de 111 victorias por 213 derrotas en las campañas 2011 y 2012. Al año siguiente, en su estreno en la Americana, lo hicieron incluso más mal, al cosechar apenas 51 laureles contra 111 reveses, para luego ganar 70 y perder 92 en el 2014. Como puede verse, era un conjunto perdido en las nebulosas interestelares.

Sin embargo, de la mano de Hinch y con el desarrollo de sus jóvenes peloteros, entre los que se encuentran los criollos Altuve y González, entre otros, dieron un gran salto desde 2015. En esa campaña cerraron con balance de 86-76, para ser segundos en la división del Oeste de la Americana y en 2016 finalizaron terceros con récord de 84-78. Para ese momento ya era considerado uno de los equipos más productivos en el orden ofensivo en el joven circuito.

Lea tambiénSiete días en el deporte, Altuve cerca de su tercera corona

En este 2017 el crecimiento de esos jóvenes jugadores se materializó por completo y con la incorporación de algunos lanzadores, lograron prender los cohetes que los catapultaron a la Serie Mundial para ganarla.

Altuve es uno de los cuatro jugadores que estaban con el club en 2013, cuando sufrió 111 derrotas luego de mudarse de la Liga Nacional a la Americana. Por lo tanto, es testigo de primera mano de la forma en que este equipo pasó de ser colista de las Grandes Ligas a conquistar algo inédito, recordó la MLB.com.

El venezolano tuvo también una posición de privilegio para hacer el último out, un rodado de Corey Seager a sus predios.

«Atrapé ese último out para que los Astros fueran campeones. Fue un rolling hacia mí, lancé a primera y supe que era el momento más feliz de mi vida en el beisbol», comentó el camarero aragüeño.

Miércoles de gloria e historia

Con la Serie Mundial empatada a tres victorias, Houston y Los Ángeles se enfrentaron en el Dodgers Stadium en el decisivo séptimo encuentro.

Los Astros atacaron con todo al nipón y perdedor del desafío Yu Darvish (0-2) en los dos primeros capítulos. Salió explotado con cinco anotaciones, cuatro de ellas merecidas, en una entrada y dos tercios de labor, en la que le ligaron tres indiscutibles, con una base por bola otorgada.

El verdugo de Darvish fue el jardinero George Springer, quien le despachó un doblete que abrió la llave para las dos primeras anotaciones, una de ellas producida por Altuve y otra por un pecado del inicialista Cody Bellinger.

Springer no se quedó quieto y se ensañó contra Darvish, al tronarle su quinto vuelacerca, empatando la marca que impuso Reggie Jackson e igualó Chase Utley, al batear un bambinazo por cuarto juego seguido, un récord, lo que colocó la pizarra 5-0 en la segunda entrada. Nadie imaginó que el partido a esa altura ya estaba sentenciado, pues los Astros no marcarían más y los Dodgers apenas fabricaron una, en la baja del sexto, gracias a un sencillo de Andre Ethier contra el relevista Charlie Morton para traer a casa a su compañero Joc Pederson.

Morton (1-0), quien fue uno de los lanzadores de la rotación abridora de Hinch, pese a permitir esa carrera, se acreditaría la victoria, al laborar 4.0 episodios, con dos hits tolerados, cuatro ponches y un pasaporte regalado.

En síntesis, fue un partido atípico, si tomamos como punto de referencia lo que había sucedido, al menos, en los cinco primeros encuentros de esta Serie Mundial en los que asombró a todos los constantes cambios que se presentaron en las pizarras, debido al dominio alterno en el plano ofensivo.

Los integrantes del equipo texano dedicaron su actuación en la postemporada a su ciudad, duramente afectada este año por el huracán Harvey. Portaron la leyenda «H Fuerte» en el jersey, a fin de desearles fortaleza a los damnificados, resaltó el sitio de internet de la Major League Baseball.

Ahora, le han dado un estímulo más especial a la ciudad de Houston, el título que se había negado a la franquicia desde que apareció en 1962 con el nombre de los Colt .45s (en honor al modelo más famoso de revólver de simple acción y calibre 45 diseñado por Samuel Colt en 1872).

«Siempre he creído que podíamos lograrlo», manifestó el intermedista venezolano José Altuve. «Hicimos esto por todos ellos (los habitantes de Houston)».

Los Astros completaron la colección de los trofeos principales para Texas. Al menos algún equipo de ese estado había sido ya campeón del Super Bowl, la NBA, el hockey sobre hielo, el fútbol americano colegial, así como el basquetbol universitario de hombres y mujeres.

Para los Dodgers la historia fue distinta, al continuar con la sequía de títulos de la Serie Mundial, que se remonta a 1988, a pesar de liderar las Grandes Ligas en la rueda regular con 104 victorias.

Con una nómina de 240 millones de dólares, la más onerosa del beisbol, no pudieron recompensar así a su copropietario, el exjugador de la NBA, Magic Johnson, ni al manager Dave Roberts.

La clave del «bonito»

Aunque son los peloteros los que producen las carreras y los que sacan los outs, consideramos que en este caso hay que darle mucho crédito al estratega A.J. Hinch.

Cuando los lineup fueron presentados, sin lugar a dudas, parecía que la ventaja la tenían los Dodgers, no solo porque tenían a su favor el factor sede, sino porque el piloto de Los Ángeles, Dave Roberts, tendría en la loma para iniciar a Yu Darvish, un lanzador de comprobada calidad y con mayor experiencia que Lance McCullers Jr., el pitcher de 24 años, con una ya reconocida knuckle curve, que designó Hinch como abridor.

La clave en este partido, «el bonito» de la serie Mundial de 2017, a nuestro juicio, estuvo en el manejo de sus lanzadores que tuvo Hinch.

McCullers cumplió con su tarea durante 2.1 de actuación, sin permitir anotaciones. Brad Peacock hizo lo propio en dos innings, para que el dominicano Francisco Liriano y Chris Devenski sacaron sin problemas un out cada uno, antes de dar paso a Charlie Morton, quien se mostró gigante con su curva y su recta de dos costuras.

«Desde ayer sabía que no podría dar mucho», dijo McCullers. «Sabía que lo único que podía hacer era aguantar lo más que pudiera, con agallas».

Charlie Morton, normalmente abridor, declaró por su lado: «Anulamos a una alineación verdaderamente complicada… Para mis compañeros y para la ciudad de Houston esto es increíble».

George Springer, el Más Valioso

Culminado el juego, George Springer, quien se ponchó cuatro veces en el primer juego de la Serie Mundial, fue declarado el Jugador Más Valioso del Clásico de Otoño.

«Houston, vamos a casa como campeones», declaró Springer luego de recibir el trofeo, rebautizado este año con el nombre de Willie Mays.

«Es increíble. Es indescriptible», dijo Springer. «Cuando llegas a los entrenamientos de primavera, siempre piensas, ‘Podríamos hacerlo’, pero 162 juegos y más (de postemporada) son muchos partidos.

El guardabosque de 28 años bateó de 29-11 (.379) en los siete partidos, con tres dobles, cinco jonrones, siete empujadas y ocho anotadas. Sus récords establecidos en este Clásico de Otoño son los siguientes: ocho extrabases, cinco vuelacercas desde el puesto de primer bate, jonrones en cuatro partidos seguidos en una misma Serie Mundial y un total de 29 bases alcanzadas, apuntó la MLB.com.

Twitter: @Alconde