En estos dieciocho años de mal gobierno chavomadurista pasamos de la dependencia a la sobrevivencia, con una inflación cercana al mil por ciento.
Las evidencias de una situación que se hace muy peligrosa, tanto para el régimen, y mucho más para la población en general, no pueden continuar tapándose con la desgastada guerra económica. Lamentablemente es una realidad generada por un régimen que persiste en su actitud antinacional. Actúa de esta forma y lo seguirá haciendo, porque quienes lo mandan (los castristas) poco o nada les importa los sufrimientos de la gente, mientras ellos (con sus cómplices como mandantes se nutren de nuestro petróleo. Es así como, de año en año, hemos pasado de la dependencia a la sobrevivencia, del asombro a la incertidumbre, del desconcierto a la incredulidad y de esto al inevitable hundimiento de los valores y principios de una existencia pacífica como forma de expresión cívica.
Evidencias, entre las cuales citamos: desnutrición creciente que se nota en el aspecto físico y en la actitud de las personas en el desempeño de sus funciones. Precariedad de la salud por desatención médica a causa de escasez de medicamentos, que registra una elevadísima disminución de la venta de unidades medicinales que se ha reducido, de 2014 a 2017, de 9.000 a 540 productos. Degradación generalizada en lo atinente a la salubridad pública por el reaparecer de enfermedades infecciosas que habíamos vencido. Investigaciones revelan que la gente está hurtando por hambre.
En efecto, fuentes serias reportan que el 15 de octubre hubo un proceso fraudulento sin precedentes en los últimos 60 años, plagados de violaciones, entre ellas: más de un millón de votantes vieron impedido u obstaculizado su derecho al voto por máquinas dañadas, o por mesas que no abrieron. Más de 700 mil votantes fueron reubicados ilegalmente y casi 400 mil fueron víctimas de amedrentamiento o violencia por parte del oficialismo. Por la cantidad de votos múltiples por la eliminación de la tinta indeleble. El chantaje a empleados públicos y a los beneficiarios de programas sociales obligándolos a votar con el “acompañamiento” de dirigentes del PSUV. Por la violencia contra testigos de mesa de la Unidad Democrática, muchos de los cuales fueron forzados a abandonar los centros donde “misteriosamente” el oficialismo terminaba la jornada, con las votaciones más altas de la historia. Un cálculo preliminar ubica en casi tres millones y medio el universo electoral potencialmente afectado por este rosario de delitos.
Actitud fraudulenta que el régimen seguirá manteniendo mientras conserve el poder, porque que se vale de los colaboracionistas simpatizantes de su régimen (internos y externos) que son los verdaderos traidores; merodean alrededor de los centros de poder para lucrar aprovechando las “facilidades” que proporciona una corrupción devastadora. Resultado de estos 18 años de mal gobierno: Inflación en el 2017 cercana a 1000%, la cual no cesa por un desmesurado aumento de liquidez monetaria. Caída de la producción interna, en picada la del campo. Esto es lo que nos dejan como herencia estos vende Patria de quienes hay que salir, como sea, antes de que hundan el país.