Freddy Guevara se ha destacado por ser uno de los jóvenes luchadores que ha enfrentado el abuso de la dictadura, que tiene al pueblo pasando toda clase de calamidades.
Freddy Guevara es un peligro para el régimen. Desde el momento en que como líder estudiantil, hace diez años, le dijo a Venezuela: “¡A que la llenamos vamos!”. Y la Av. Bolívar de Caracas se llenó. Fue un mar de gente que le dijo al régimen que no quería una Reforma Constitucional. Desde entonces, se fue destacando como un joven aguerrido, irreverente y lleno de convicción. Su primer cargo de elección popular fue el de Concejal Metropolitano, en el cual se enfocó en la seguridad ciudadana de Caracas.
En 2014 le tocó asumir la responsabilidad de ser el Coordinador Nacional Encargado de Voluntad Popular. A Leopoldo la justicia injusta lo había encarcelado y el régimen quería acabar con el partido mediante la persecución y el acoso. Valientemente, Freddy llevó en alto las banderas del partido, y la fuerza y la fe que condujeron a Leopoldo a plantear una salida constitucional y pacífica a la crisis que cada día empeora. También, en esta dura etapa, sentí la solidaridad y la mano amiga de Freddy, a lo largo de estos tres años y nueve meses que lleva preso Leopoldo, y en todos los momentos difíciles siempre ha estado acompañándome y apoyándome para seguir en la lucha por los derechos de los venezolanos.
Freddy se convirtió en el diputado más votado en las elecciones del 6-D. Desde la Asamblea Nacional no ha dudado en denunciar las injusticias y la corrupción de quienes nos oprimen. Presidió la comisión de contraloría. Solo una persona con principios y ética podía asumir una responsabilidad como esa. Destapó varios casos de corrupción que implicaban el robo de miles de millones de dólares de altos funcionarios del gobierno, poniendo en evidencia que son los únicos responsables del hambre y la miseria que atraviesa el pueblo.
Como Vicepresidente de la AN y como joven luchador por la libertad, en los cuatro meses de protestas salió con la gente a marchar, a enfrentar el abuso de esta dictadura que nos agobia. Y llamó a la calle de la misma manera en que lo hizo en 2007, practicando la resistencia pacífica y lleno de principios de justicia, respeto y ganas infinitas de reconstruir a Venezuela.
La dictadura no se lo perdona. Sus verdugos de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, tampoco. Lo persiguen como a los más de 500 activistas de Voluntad Popular que han encarcelado, como a los 27 que permanecen detenidos, como los más de 150 que han sido amenazados o los 17 que se encuentran en el exilio por formar parte del partido.
Persiguen a Freddy y a Voluntad Popular. Lo hacen constantemente desde que encarcelaron a Leopoldo, porque están firmes en su decisión de salir de la dictadura y en ayudar a los venezolanos que sufren una emergencia humanitaria que nos agobia.
En la sesión de la AN del 7 de noviembre, el puesto de Freddy en el hemiciclo estaba vacío. En su silla había una franela que decía: “El que se cansa pierde”. Freddy jamás se cansará. Jamás se rendirá. Desde donde esté seguirá denunciando con la pasión que lo caracteriza.
Cada atropello de la dictadura es una señal de que podemos vencerla y reconquistar nuestra libertad. Freddy, gracias por tu ejemplo de lucha.