Sorprende la insistencia en retomar un fallido diálogo que favorece la intención continuista del régimen, sobre todo cuando la toman individualidades que no representan a la comunidad democrática.
Nuevamente fuimos sorprendidos al ver unos diputados anunciando en rueda de prensa, y a nombre de una supuesta unidad, la decisión de retomar el fallido diálogo iniciado el año pasado en la República Dominicana, proceso que solo ha sido útil para los intereses continuistas del régimen de Nicolás Maduro, quien le ha sacado el mayor provecho a la manera equivocada en que se ha conducido el grupo de dirigentes que se abrogaron la representación de todo el país.
Por eso el pasado miércoles sumamos nuestra voz a la declaración del movimiento Soy Venezuela, en la cual se advertía sobre el reinicio de un mal llamado proceso de diálogo que llevaría a reincidir en las mismas equivocaciones que Antonio Ledezma denunció públicamente en el video dado a conocer desde su casa por cárcel, el pasado 31 de julio del corriente año. Un diálogo manipulado por factores que descaradamente han jugado a favor del régimen, y por dirigentes de la oposición que secuestraron su conducción, permitiendo que fungieran como moderadores figuras alineadas con Nicolás Maduro y en un país cuyo gobierno no ha disimulado sus simpatías con el actual régimen venezolano.
Fue el pasado jueves, luego de ser presentado en rueda de prensa como hecho cumplido ese viaje a República Dominicana, cuando se nos informó sobre tales iniciativas, lo cual deja en evidencia que se repite el error de hacer estas jugadas a espaldas de una ciudadanía que tiene todo el derecho de conocer los pasos de quienes usurpan su voz. Nunca nos hemos negado a dialogar, porque estimamos que ese es un bien muy preciado para pueblos que sufren conflictos que se pueden remediar pacíficamente y por vías legales. Lo que deploramos son las fallas de no informar y de manera oportuna, que no se defina una agenda con puntos de interés para el país y que nos representen individualidades que han preferido defender sus intereses particulares en detrimento de la causa de liberar al país de la tiranía culpable de violar derechos humanos, de la hambruna la carencia de medicinas y la escalada de violencia hamponil que coloca a Venezuela como uno de los territorios más inseguros del mundo.
Agradecemos a los gobiernos integrantes del Grupo de Lima su preocupación por nuestro país y su interés en contribuir a que los factores en conflicto solventemos nuestras dificultades, para lo cual es indispensable que de parte del régimen se cumplan los acuerdos burlados el año pasado: cese la persecución a la disidencia, desmontar la fraudulenta Constituyente y reconocer la legitimidad de la Asamblea Nacional. Así como también es necesario que la oposición democrática deje atrás sus inocultables diferencias, controle las ambiciones individualistas que perturban la tarea urgente, y se proponga recuperar la confianza y el respeto de los venezolanos y de la comunidad internacional.